Publicada el 09 diciembre 2013.
Mariluz Barreiros tiene intención de desprenderse de su finca Valmayor, situada en el término municipal de Valdemorillo, en plena sierra madrileña. Una inmobiliaria de la zona lleva varios meses intentando vender el que fue durante muchos años el lugar de retiro de Jesús Polanco, fundador y presidente del Grupo Prisa, del que Barreiros se divorció en el año 2003 tras 19 años de matrimonio. La hacienda, de entre 45 y 50 hectáreas de terreno, se puso a la venta por un precio de 15 millones de euros “negociables”, pero no ha encontrado comprador, tal y como confirman aVanitatis fuentes del sector inmobiliario de la zona.
Los predios de Valmayor están situados a escasos 10 kilómetros de San Lorenzo de El Escorial. La finca incluye un caserón de estilo campestre y también una vivienda para los guardeses. Todo lo demás es campo y ha sido declarado Parque Natural, por lo que no se puede construir en la zona, tal y como confirman fuentes del consistorio de Valdemorillo. Por tanto, se trata de una finca de recreo.
Mariluz Barreiros ha querido matizar que, aunque tiene intención de vender la propiedad en el futuro, aún le caben dudas de si este es el momento apropiado para hacerlo. Niega además haber puesto precio a su propiedad, “porque está a la espera de tasación”. “Después de meditarlo durante un tiempo y hablarlo con mis hijos [fruto de su primer matrimonio con el empresario Alberto Comenge], sí me estoy planteando vender la finca. Yo viví aquí una etapa de mi vida muy distinta a la actual. A Jesús [Polanco] le encantaba Valmayor. Pasábamos mucho tiempo en esa casa. Siempre que teníamos oportunidad nos acercábamos, porque está muy cerca de Madrid”, asegura Barreiros en conversación con este medio.
En busca de liquidez para su fundación
La que fuera esposa de Polanco, del que se separó sin hacer demasiado ruido, a pesar de que por entonces era uno de los grandes señores de la prensa, asegura que si se plantea vender esta propiedad familiar es por una necesidad futura de liquidez; pero no para ella, sino para la Fundación Eduardo Barreiros, la cual preside, creada como homenaje a la figura de su padre, un empresario gallego célebre por la transformación patentada de motores de gasolina a diésel.
“El tiempo pasa y mi objetivo es dotar de fondos a la Fundación Barreiros. A diferencia de las fundaciones de empresas, en este caso no hay ningún imperio detrás. Estamos al frente yo y mi madre, una señora muy mayor. Lo que quiero es que nuestro trabajo tenga continuidad cuando yo no esté. Quiero que me sobreviva y de ahí que quiera dotarla de recursos, porque la entidad no tiene otro patrimonio”, asegura Barreiros. Y añade: “Yo le dedico el cien por cien de mi tiempo a este menester, y lo que tampoco puedo es pedirle a mis dos hijos esa dedicación, porque ellos tienen su vida organizada”.
La finca Valmayor, que durante años fue la sede de la Fundación, ahora trasladada a Madrid capital, y que sigue albergando el museo dedicado también a la figura del padre, aunque está previsto un próximo traslado a Torrejón, la adquirió a mediados de los años ochenta el propio Eduardo Barreiros que, en aquel momento, desarrollaba su proyecto de automoción en Cuba, donde vivió del año 1979 a 1992. “Cuando venía a España, una vez al mes, nos íbamos a la finca. Era el lugar donde le gustaba estar con la familia y descansar”, asegura Barreiros. Con el paso de los años, también se convirtió en el rincón preferido de Jesús Polanco, que se casó en 1992 con la hija de Eduardo Barreiros, apenas un mes después de la muerte del empresario industrial. Fue su refugio habitual hasta que se divorció en 2003. Pero ahora su exmujer ha colgado el cartel de “se vende”.
FUENTE: http://www.vanitatis.com
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