Una vez más los anderos de Navas del Rey lo volvieron a hacer, sacaron al Cristo del Amor en procesión e impresionaron a todos los fieles con un apoteósico final en el que levantaron las andas con las dos manos mientras sonaba el himno de España.
Esta iniciativa la puso en marcha la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor hace siete años con la intención de dar otro color a procesión y sacar a su imagen en Semana Santa dándola aspecto más impresionante.
El grupo está compuesto por 34 personas que portan las andas de la imagen durante la procesión del Viernes Santo. En su mayoría, el grupo se compone de hombres, pero hay dos presencias femeninas y hemos podido hablar con ellas para que nos cuenten su experiencia .
Una de ellas es Virginia Rodríguez Parras, que además es la benjamina del grupo, nos cuenta que lleva tres años siendo andera y declara no tuvo ningún problema cuando decidió unirse a este proyecto. Virginia nos explica que en los momentos previos a la procesión “siento nervios y angustia de saber si saldrá todo bien”, pero que cuando termina no puede expresar con palabras lo que siente. Afirma que “es algo que se lleva dentro y deseo que llegue el año siguiente para poder seguir haciéndolo”.
La benjamina del grupo dice que es su fe incondicional hacia el Cristo del Amor la que la mueve a ser partícipe de esto, asimismo nos cuenta que en la procesión del Jueves Santo también colabora llevando en sus hombros el Cristo de los Jóvenes.
María de las Nieves Ramos Domínguez es una vecina del municipio de Navas del Rey que también pertenece a la directiva de la Hermandad de Santísimo Cristo del Amor desde hace casi treinta años. Marinieves, como la gusta que la llamen, nos cuenta que empezó a ser andera hace siete años, cuando comenzaron a forjar esta aventura. Además, añade que no ha tenido ningún problema por tomar esta decisión y que sus familiares y amigos la apoyaron desde el primer momento. Pero nos confiesa que su devoción de salir como andera, viene de lejos “desde siempre me ha llamado, incluso con el Cristo de los Jóvenes, solo se sacaba a hombros a este al principio, me atraía cogerlo. No concibo una procesión sin llevar una imagen”.
Marinieves explica todos los participantes tienen que ser uno y que ella es consciente de sus limitaciones respecto al resto, “la altura la arreglo con unos zapatos de cuña y la fuerza la pongo con el corazón y la ayuda de mis compañeros”.
Por último, nos cuenta que son muchos los sentimientos que se manifiestan durante la procesión, pero que cuando termina le reconforta saber que gracias a la unión de todos sus compañeros se ha cumplido un objetivo.
Ambas, Marinieves y Virginia, creen que cualquiera puede ser andero, independientemente de su sexo si se hace con devoción y el corazón.
Arancha Sánchez Bueno.