- Garrido se reúne con la alcaldesa de la localidad para explicar los planes para la infraestructura.
Canal de Isabel II va a desmantelar la presa de La Alberca, en el término municipal de Cenicientos, al tratarse de una infraestructura que, actualmente, carece de cualquier utilidad, según ha adelantado hoy el consejero de Presidencia, Justicia y Portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid y presidente de Canal de Isabel II, Ángel Garrido, a la alcaldesa de la localidad, Natalia Núñez. Garrido ha subrayado el compromiso de la empresa pública madrileña con la seguridad de los vecinos de la zona y ha avanzado que está previsto que los trabajos de desmantelamiento se concluyan en el primer trimestre del año que viene.
La presa de La Alberca fue construida por la antigua Diputación Provincial de Madrid en 1972, con el fin de garantizar el abastecimiento de agua de Cenicientos y otras localidades de los alrededores. Sin embargo, las obras no se culminaron y la infraestructura no ha llegado a entrar nunca en servicio. Canal de Isabel II se va a hacer cargo del desmantelamiento de la presa, para lo que va a redactar un proyecto en los próximos meses que está previsto que se adjudique tras el verano, de manera que los trabajos puedan comenzar en el mes de noviembre. Mientras tanto, ya se ha procedido a abrir los desagües de fondo de la presa y a señalizar y vallar la zona para impedir el acceso a la misma.
La regidora Natalia Núñez, del PSOE, indicaba a A21 que están “satisfechos con que la Comunidad de Madrid haya por fin asumido la titularidad y responsabilidad de la presa. En la reunión mantenida con el consejero Ángel Garrido, el gerente del Canal de Isabel II, el director general de Medio Ambiente y un técnico del Canal se han tratado los aspectos normativos y técnicos a tener en cuenta para abordar la situación de la misma y tomar la decisión mas adecuada. La Presa nunca se llegó a poner en servicio y tiene problemas de cimentación importantes. Por parte del Ayuntamiento valoramos positivamente que se haya abordado su situación y se haya tomado una decisión que era irremediable y necesaria”.
El pequeño embalse era un paraje entrañable para los coruchos y se había convertido, desde su construcción en los años 70, en hábitat natural de diferentes anfibios, aves y murciélagos. Núñez añadía al respecto: “Por supuesto, nos hubiese gustado que se hubiera podido reconstruir y mantener, pero teniendo en cuenta su situación y la normativa actual no es viable. Por otro lado, una vez se lleve a cabo su desmantelamiento, se abordará por parte de la Consejería de Medio Ambiente un proyecto de renaturalización y conservación de la zona, con la creación de un área recreativa.”