• En terrenos quemados en junio en Rozas de Puerto Real y Cadalso de los Vidrios.

Este fin de semana se ha realizado un precioso curso organizado por la asociación sin ánimo de lucro Conciencia Rural en la Urbanización Entrepinos de Rozas de Puerto Real. Las mañanas de 10 a 13:30 teóricas donde se establecían las bases para organizar una intervención y las tardes de 16:00 a 20:00 prácticas, en las inmediaciones y en una finca privada cercana asolada por este último incendio de finales de junio.

El ponente Rodrigo Bongui que vino con su asistente Tito, su perro, pertenece a la Asociación Reforest-Acción que se creó en 2016 como respuesta al fuego que en agosto de 2015 arrasó 8.600 hectáreas en Sierra de Gata (Cáceres). Más adelante crearon la Red Ibérica de Guardianes del Bosque que aglutina ya cuatro proyectos activos en Sierra de Gata, Asturias, Serra de Monchique y Zamora y otros muchos que están comenzando entre los que Conciencia Rural espera estar en breve.

Bongui, con más de 12 años de experiencia, derrochó empatía, sentido común en sus planteamientos y sobre todo mucha honestidad en su vivencia. Es un firme defensor de restaurar el bosque autóctono (alcornoques, encinas, robles, madroños, castaños, enebros, almeces, majuelos, olmos, etc.) creando un paisaje más resistente al fuego. Incidió mucho en sembrar conciencia social sobre la necesidad de cuidar de nuestro entorno natural.

El curso contó también con la participación de Álvaro que lleva muchos años dando cobertura a planes de reforestación con su vivero y que cuenta con un amplio conocimiento que maximiza los resultados y con Esteban que enriqueció muchísimo el evento con su experiencia acumulada desde los tiempos del equipo de Félix Rodríguez de la Fuente.

Entre todos ellos crearon un clima de participación muy cordial que nos recordó la importancia de cada uno de nosotros en la gestión de nuestros bosques, participando de manera activa en la toma de decisiones e implementación de planes de reforestación que impidan, o al menos minimicen, el desastre que hemos vivido hace tan poco.

En palabras emotivas de Manuel Manceras, presidente de Conciencia Rural, que se vino de Madrid y lleva treinta años viviendo en Entrepinos “el Valle del Tiétar y sus alrededores son una joya ecológica de primer nivel y estos últimos años se nos está implantando el miedo de que todo esto desaparezca por la creciente sequía, los incendios desastrosos, la mala gestión urbanística y la contaminación de las aguas. Los que formamos este movimiento espontáneo somos personas enamoradas de este lugar que tememos perder lo que amamos”.

En este curso se han juntado personas de varios lugares de la geografía española que según Manceras se han encontrado “con la misma problemática y con las mismas posibles soluciones; reforestar creando un paisaje diverso y autóctono que no sea tan proclive al fuego”. El presidente de Conciencia Rural pedía “utilizar los llamados árboles bomberos que son difíciles de quemar, buscar un equilibrio”. Recordando que después del incendio han realizado una actividad llamada Caminando entre Cenizas en la que “hemos aprendido mucho, nos permitió ver que el fuego no se mueve de manera uniforme, va dejando islas más resistentes a quemarse, va en zig-zag, dependiendo de los árboles que se encuentra.

Manuen Manceras concluía insitiendo en que “la administración debe ser menos arrogante y más dialogante, tener más en cuenta a los que vivimos en el lugar, a la gente mayor que tanto conoce el sitio donde vive. Todo el mundo tiene que colaborar. Basta ya de administraciones tecnocráticas que no tienen en cuenta a los que viven dentro. El campo es de todos, no es de nadie en particular.  Y es el futuro nuestro y de nuestros hijos y nos tenemos que implicar o seremos irresponsables. Esto es ya un movimiento de supervivencia que nos atañe a todos independientemente de la afinidad política de cada uno.”