Por trigésimo segundo año consecutivo, Cenicientos celebró su Fiesta de la Vendimia en la que las Peñas Fuerte Movida y Atalajacalarreja fueron las principales protagonistas. Desde el viernes 17 los peñistas festejaron a lo grande el final de la principal cosecha del pueblo, y lo hicieron casi sin interrupción hasta el domingo siguiente.
Pero fue el sábado el día grande con el tradicional encuentro vespertino de peñas, grupo folclórico y dulzaineros en el Hogar del Pensionista desde donde partieron por las principales avenidas de la localidad hasta llegar a la bodega San Esteban para recoger la uva y presenciar el baile que, en honor a los agricultores, interpretó el Grupo Folk Raíces. Cientos de coruchos y visitantes participaron en el recorrido acompañando el pasacalles hasta la Plaza de la Constitución.
Allí tuvo lugar el pregón, que este año pronunció la Peña Atalajaca, tras el que se dio paso a la actuación musical del Grupo Raíces y a la tradicional competición de pisada de uva. El Grupo Huelearromero hizo entonces entrega del racimo conmemorativo a la Madrina de las Fiestas de este año, que recayó en la persona de Milagros Herradón por haber dedicado toda una vida a las labores del campo, tanto ella como su familia. Al final fueron las chicas del Grupo Raíces las que lograron obtener mayor cantidad de caldo en la pisada de uva y conseguir así la consiguiente placa que las acredita como ganadoras del concurso de este 2014.
La organización del eventó corrió a cargo del Ayuntamiento de Cenicientos, la Bodega San Esteban, las dos peñas mencionadas y los dos grupos folclóricos que hay en el pueblo: Huelearromero y Raíces. Gracias a ellos los asistentes pudieron comprobar las bondades del vino que produce esta tierra y acompañarlo de los bollos correspondientes. Ello ayudó a participar en el baile de la Jota Revuelta con la que se puso punto y final a la celebración de la tarde. Llegada la media noche, las peñas organizaron unos espectaculares fuegos artificiales que congregaron numeroso público en la plaza y sus aledaños y que sirvieron para alentar a quienes se divirtieron hasta altas horas de la madrugada. El domingo, tuvo lugar la comida en la que los peñistas prolongaron el festejo también al domingo.