
A las 23:15 horas Policía Local recibía aviso del Centro de Emergencias 112 comunicando un incendio forestal en la zona conocida como la desembocadura del Cofio. Debido a la dificultad de acceso al incendio, los tres agentes se trasladan hasta la zona de “El Muro” siendo trasladados por una embarcación propiedad del Real Club Náutico de Madrid hasta el lugar del incendio, al haber sido estos los llamantes y… tener conocimiento del lugar exacto, correspondiendo a la zona conocida como “El Oso” en el Cerro de las Cabreras.
Tras comunicar estos datos al Cuerpo de Bomberos, los agentes proceden a frenar la acción de las llamas con ramas y otros objetos hallados en la zona, ya que el incendio está comenzando a afectar varios pinos del lugar, trabajos que se realizaron insistentemente hasta la llegada de Bomberos a las 00:35 horas.
Que desde la llegada del Cuerpo de Bomberos, cuatro agentes de Policía Local estuvieron colaborando en las tareas de extinción, ya que por la dificultad del acceso estas tuvieron que ser manuales, consiguiendo a las 02:10 horas refrescar la zona, al instalar una bomba de extracción de agua que diera servicio al tendido de manguera.
Estando aún las causas por determinar, se pudo observar varios restos de latas y otros enseres en el posible punto de inicio, por lo que la causa más probable sea una negligencia, afectando a 200 metros cuadrados de monte bajo.
Desde el Ayuntamiento y el Cuerpo de Policía Local queremos agradecer la colaboración prestada por el responsable y monitores del Real Club Náutico de Madrid, que estuvieron realizando durante toda la intervención multitud de viajes con las embarcaciones para trasladar al personal de emergencias y los materiales que iban siendo necesarios.
Policía Local de San Martín de Valdeiglesias.
Todas las precauciones y medidas son pocas. Un incendio es un desastre medioambiental de difícil recuperación. Y estas olas de calor están dejando el campo como yesca a principios de verano. No quiero pensar según avancen las semanas. Pero me sorprende que no parece preocupar a nadie, claro hasta que ocurra algún desastre y todo sean lamentaciones.