El grupo de teatro José de Arimatea, de Navas del Rey, compuesto por una veintena de actores aficionados de todas las edades y responsable habitual de la representación de “La Pasión” en los actos eclesiásticos de Semana Santa de la Parroquia de San Eugenio, se ha atrevido en esta ocasión a representar “Bicentenario – Nuestra historia”, un texto escrito expresamente para esta ocasión por Carmen Moreno, la directora de la función, aunque retocado y modificado entre todos los participantes, que han estado meses ensayando y remodelando una función que habla de todo el municipio y de esos antepasados valientes que trabajaron hasta conseguir el privilegio de villazgo. Una pieza teatral realizada dentro de los actos organizados por el ayuntamiento casero para conmemorar el Bicentenario local y que se llevó a cabo el pasado sábado 20 de abril a las 12.00 de la mañana.

La amenaza de lluvia y, sobre todo un viento muy molesto, no impidieron que la Plaza del Ayuntamiento se llenase de espectadores y que la función se pudiese realizar sin demasiados inconvenientes. Lo que evidencia la gran pasión que tienen los caseros por el teatro, la expectación generada por esta función y la necesidad de contar con un rincón en el que poder actuar sin depender de las inclemencias meteorológicas.

Para la realización de la función, además del trabajo de los actores y colaboradores habituales del grupo teatral José de Arimatea, se contó con la participación del Grupo Folklórico Sones de Antaño, que bailó sus famosas Jotas y Seguidillas de Navas del Rey para celebrar la carta de villazgo dentro de la función y bailó con buena parte del público su tradicional Rondón.

“Bicentenario – Nuestra Historia” nos cuenta la hospitalidad de los caseros, de las disputas con el municipio de San Martín de Valdeiglesias, del que dependió durante mucho tiempo y al que le tenía que pagar impuestos, del esfuerzo y el tesón de sus vecinos por lograr ser villa, de todo lo logrado por un pueblo que antes de ser designado por el rey como tal ya contaba con iglesia y cementerio propios, capaz de organizarse bajo el gobierno de un alcalde y de ganarse la confianza del Duque del Infantado para interceder ante el rey, el mismísimo Fernando VII para lograr sus objetivos.

Contar la historia de un municipio es complicado, hacerlo de un municipio como Navas del Rey parecería una hazaña sencilla de acometer, ya que es uno de los municipios más jóvenes de la Sierra Oeste de Madrid, pero encontrar todos los datos siempre es difícil y aunque la localidad casera solo tenga 200 años de historia como Villa tiene un largo pasado como núcleo habitado, ya que se hallan registros de su existencia desde el siglo XIII.

La dehesa de las navas o “Las casas”, como se la conocía despectivamente en algunos rincones, se convirtió en municipio real el 22 de abril de 1819, pero fue tras una larga lucha por sus derechos y tras una ardua conversión de rincón de encuentro de labriegos y ganaderos a núcleo urbano con personas capaces de leer y escribir. De hecho, se dice que el primer alcalde del municipio, José Parras, ya lo era tiempo antes de que el municipio recibiese el beneplácito del rey Fernando VII y el privilegio de villa, de modo que se demuestra que era un pueblo donde había educación, capacidad de negociación, iniciativa y, sobre todo, unas ganas enormes de no tener que pagar diezmos ni a la Villa de San Martín de Valdeiglesias ni al Monasterio Santa María la Real de Pelayos de la Presa.

Un gran trabajo el realizado por el grupo José de Arimatea que, a la finalización de la representación, recibió de manos de María Isabel Romero, la teniente de alcalde de Navas del Rey, el escudo del Bicentenario, merecimiento que recogió también Margarita Ramos, como directora desde hace muchos años del Grupo Folklórico Sones de Antaño.

Javier Fernández Jiménez.