Cuando un poeta escribe un verso y lo muestra al público se está desnudando delante de quien le está leyendo o escuchando. El pasado sábado 14 de febrero algunos privilegiados tuvimos la inmensa fortuna de quedar impregnados de la poesía de un grandísimo poeta, de descubrir parte de su desnudez a través de poemas y versos, de ideas y citas célebres, de una erudición realmente impresionante y una manera de ofrecerse humilde y cercana. Miguel Florián y la Asociación Cultural Teatro Sierra Oeste llenaron por completo el aforo de la sala de actos de la segunda planta del Café Teatro de San Martín de Valdeiglesias, que tiene una puerta bastante complicada, y lo hicieron con poesía, solamente con poesía.

 Mercedes Rábanos, hermana de Florián y profesora de historia del arte, fue la encargada de presentar al gran poeta recibido en San Martín, con un tono mesurado y muy emocionado en algunos momentos, como al recordar a sus padres, la introducción propició la cercanía entre un poeta que podría haber parecido distante a todos los presentes (la cantidad de títulos y reconocimientos exhibidos, así como la cultura esgrimida por Miguel Florián resulta casi apabullante) y que llegó sin problemas y sin fronteras a todos los que estábamos por allí. A lo largo de toda la presentación o encuentro se escucharon poemas completos de diversos poemarios, un resumen muy variado de toda una existencia dedicada a la Poesía.

 La poesía de Miguel Florián no es una lectura fácil, está repleta de imágenes y metáforas, de símbolos utilizados una y otra vez por el poeta, de recuerdos y nostalgias varias, de olores, sabores, ideas… una poesía que no se debe explicar, sino disfrutar, pues goza de una musicalidad y un tono que la convierten en un elemento muy disfrutable en voz alta. Los versos recitados por el propio Florián se colaron por todas partes y, estoy convencido, dejaron su regusto, a veces amargo y otras mucho más dulce, como las visiones de un niño con todo el mundo aún por descubrir, pero que ya ha vivido cómo es la vida en realidad (una magia propia de los mejores poetas, que son filósofos ocasionales y soñadores eternos).

 Teóricamente, Florián venía a San Martín de Valdeiglesias a presentar su poemario más recientemente publicado, “Ángel Incierto”, una publicación de la editorial sevillana Ediciones en Huida de hace unos pocos meses, pero se convirtió en un repaso muy completo a su propia figura como poeta, en una antología vívida que nos llevó desde los inicios adolescentes hasta la veteranía actual de uno de esos autores que, en estos pagos, solemos apreciar a través de nuestras lecturas y de los medios dedicados a la alta literatura.

 Durante el acto, además de las palabras y argumentos de Miguel Florián, de los versos que él mismo recitó y que llevaban una explicación previa no ya del poema, sino del sentimiento o el momento que los provocaron en su día, además de la intensa introducción de su hermana Mercedes y del ambiente propicio, pudimos escuchar las intervenciones, también en modo de recitaciones de poemas del autor invitado a Araceli Escudero, Manuela Ajo, Raquel Sebastián, Soraya Simón y Paula Abad y, como broche emocional, una de Renée Bosch, que recitó versos entrelazados con momentos musicales arrebatados a su viola de gamba.

 Sin duda alguna, resultó una experiencia literaria de primer orden, lo que para la Sierra Oeste de Madrid y para los convocantes es todo un orgullo. Dos horas de buena literatura y cálido ambiente que se podrían haber prologado durante muchas horas más. Un evento que demuestra una vez más que en nuestra comarca cada vez es más palpable que la cultura nos interesa, ¡y mucho!

Javier Fernández Jiménez.