• Logra recaudar cerca de 800 euros por “una causa tan solidaria en la que este Ayuntamiento va a seguir colaborando con más iniciativas para que los afectados y sus familias tengan más calidad de vida y mejores expectativas”.
• Igualmente destaca la implicación de los chicos y chicas voluntarios que contribuyeron a hacer más ameno aún este “buen día de piscina”, en el que además de los diplomas entregados a quienes se hicieron unos metros nadando para sumarse y hacer bien visible esta campaña solidaria también se organizaron juegos para diversión de los más peques y hasta un baile en el agua.

Lanzándose para hacer sus buenos largos y sumar a brazadas muchos metros de solidaridad, mojándose literalmente, y también depositando sus donativos. Cerca de un centenar de personas disfrutaron del día de piscina realmente especial que se vivió este 14 de julio en Valdemorillo. Porque las instalaciones del Polideportivo de la Dehesa de Los Godonales se contaron entre las que, a nivel nacional, acogieron el reto y se implicaron en una edición más de la campaña impulsada por la Fundación Esclerosis Múltiple, decidida así a recabar nuevos fondos que contribuyan al avance en materia de investigación y permitan hacer más visible la realidad que han de afrontar diariamente los afectados por esta enfermedad del sistema nervioso que puede provocar discapacidad, y también sus familias, despertando también una mayor sensibilización social que sirva de apoyo a la hora de garantizar mayor calidad de vida a los miles de personas, en concreto más de 7.000 sólo en la región madrileña que viven con esta dolencia.

Y en esta ocasión, Valdemorillo supo mojarse “más que nunca”, logrando recaudar cerca de 800 euros, ya que, por iniciativa municipal, y gestionada la colaboración desde las Concejalías de Deportes y Servicios a la Comunidad, el Ayuntamiento optó por vez primera por entregar directamente todo lo recaudado en la taquilla de la piscina, tanto este domingo como los días 12 y 13, a la representante a nivel local de la FEMM, Renata Rogalska. De hecho, fueron los responsables de amabas áreas, Miguel Partida y Ana Patricia González, respectivamente, quienes hicieron entrega in situ de esta donación, a la que se sumaron también las pequeñas aportaciones que los bañistas efectuaron también a nivel personal a lo largo de esta jornada de baños y chapuzones. Un domingo que  supo compatibilizar el lado solidario con la propia diversión, y gracias a la labor de Bea, Luci, Germán y Jorge, que se prestaron voluntarios, y de la propia Renata, se contó con un programa de actividades a disfrutar en paralelo, con los niños y niñas en las zona de pradera compitiendo por relevos, al pañuelo y en otros juegos tradicionales, como mimos y la cuchara, y también con ese baile  en el agua al que se apuntaron los usuarios más dispuestos a añadir ambiente festivo a la idea que cobró así  su particular imagen en Valdemorillo, un buen reflejo del gran alcance alcanzado este 2019 por esta iniciativa, que llegó a replicarse en centenares de piscinas y playas de todo el país.

De hecho, los responsables municipales insisten en destacar que, “ante una causa tan importante, a la que todos debemos contribuir, este Consistorio mantendrá su respaldo a otras iniciativas destinadas igualmente respaldar a estos enfermos”. Y como ejemplo, y tal como apunta Renata Rogalska, ya se estaría barajando repetir experiencia, convocando en fecha por determinar una marcha nórdica para que, sumando también pasos, se avance en el camino de ayudar a quienes padecen esta enfermedad neurológica, “crónica y degenerativa”, aspectos que remarcan las dificultades que representa el día a día para quien sufre una dolencia que puede derivar en discapacidad. “Desde la FEMM queremos agradecer especialmente esta disposición del Ayuntamiento de Valdemorillo, así como el gesto que han tenido tantos vecinos participando en esta nueva cita con el ‘Mójate por la Esclerosis Múltiple’.

Merecidos diplomas, pues, los entregados a cuantos se mojaron de verdad en este segundo domingo de julio más que solidario, donde las zambullidas sirvieron para mucho más que refrescarse, recibiendo el simbólico testimonio que prueba que “felizmente” fueron muchos los valdemorillenses que supieron responder y lanzarse a la piscina “sacando a flote la solidaridad de la que sabe dar buena prueba este municipio”.