- Las tasas de paro y ocupación, sin embargo, son las mejores desde los años previos a la crisis económica en un tercer trimestre.
“Dentro de que el comportamiento ha sido el habitual de un tercer trimestre, hay algunos datos muy preocupantes. Fuertes descensos tanto de la población activa como de la ocupación, más propios de tiempos de crisis que de bonanza económica. También preocupa el envejecimiento de la población madrileña, porque significa no existe un relevo generacional proporcionado y que nuestros jóvenes tendrán un futuro difícil para mantener el sistema de pensiones”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Pero es que, cuanto más buceas en las estadísticas, te encuentras con otros números que hablan de precariedad, como el de que aumenten los ocupados entre los que sólo han completado sus estudios primarios y, al contrario, la cruda realidad de los que finalizan estudios superiores es el paro. Por eso, desde la USO pedimos que se implementen políticas activas de empleo para que éste sea de mayor calidad y más conciliador con las mujeres, porque la brecha de género sigue ahí, casi inmutable” manifiesta la máxima dirigente regional.
El tercer trimestre no suele ser bueno y un año más se cumplió la tradición de que suba el paro y baje la ocupación en Madrid. Pero lo que sí ha sorprendido son los descensos tanto de la población activa como de la ocupada, los más bruscos desde el año 2011, en lo más duro de la crisis económica.
Activos
Hoy hay 3.825.900 personas en edad de trabajar, 56.000 menos que en junio. La mayoría de la pérdida se concentra en el tramo de los 20 a los 35 años, mientras que los mayores de 55 suben, un claro síntoma del envejecimiento de la población. La tasa de actividad disminuye hasta el 62,9, aunque entre la población extranjera alcanza el 75,3.
Ocupados
El empleo bajó casi en la misma proporción que la actividad. Hay 60.700 ocupados menos que en la anterior oleada, para un total de 3.520.600. También subió entre los mayores de 55, otra señal de envejecimiento poblacional.
La tasa de empleo (57,8) bajó más de un punto, aunque es la segunda más alta de España y casi un 5 % superior a la media nacional. También es la más elevada en un tercer trimestre desde el 2008. Lo más preocupante es que la brecha de género se abre casi hasta los 8 puntos (61,9 hombres / 54,1 mujeres).
Otro dato interesante es que, por nivel de estudios, el empleo sólo crece entre los que han abandonado sus estudios tras la educación primaria (+22.000). Y que, entre la población extranjera, hay menos trabajadores y más trabajadoras, sobre todo de origen extracomunitario. 2 de cada 3 están ocupados entre los no nacidos en España.
Por sectores, el empleo cae en todos, excepto en la industria, que sorprende con una subida de +9.000. Lógicamente, casi toda la caída se produce en el sector servicios, que ocupa a ocho de cada diez madrileños. Por ocupación, se observa un aumento de las mujeres en puestos directivos y gerentes y llama la atención que las actividades elementales (no cualificadas) aumenten en 13.500.
El 87 % trabaja a tiempo completo y los contratos indefinidos también representan 9 de cada 10 del total, reduciéndose la temporalidad entre los hombres y aumentando ligeramente entre las mujeres.
Parados
Según la encuesta, el número total de parados es de 305.300, casi 5.000 más que en junio, aunque 60.000 menos que hace un año. También son 27.000 más que los que figuran registrados por el SEPE en septiembre.
Realmente, sólo los servicios agregaron desempleados durante el trimestre (+16.000), pues tanto en la industria como en la construcción son la mitad que hace un año y el colectivo sin empleo anterior (o parados de larga duración) se sitúan en su nivel más bajo desde la pandemia. También bajan con fuerza los mayores de 55 años (-10.000).
Así, la tasa de paro roza el 8 %, aunque también es la más baja desde el año 2007. Un porcentaje que asciende hasta casi el 12 % entre los extranjeros, sobre todo hombres y extracomunitarios. Más desalentador son los 15.800 desempleados más (un tercio del total) con estudios superiores, todos ellos hombres. 1 de cada 5 lleva dos años o más en el paro, subiendo este porcentaje hasta el 25 % entre las mujeres.





