El año hidrológico comenzó el 1 de octubre de 2024 y finalizó el 30 de septiembre de 2025. Ya hemos comentado algunos aspectos meteorológicos de este año. A continuación, analizaremos cómo se tradujeron en términos de volumen de agua embalsada en nuestra comarca, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).
Tras un inicio lluvioso en octubre, la estabilidad fue la nota predominante en los dos meses siguientes. Sin embargo, enero volvió a registrar precipitaciones interesantes y febrero volvió a la tónica seca. A destacar que, durante los meses de invierno, nuestras montañas no acumularon nieve. Entonces, llegó marzo y se registraron máximos históricos de precipitaciones. Cuatro borrascas —de nombres Jana, Konrad, Laurence y Martinho— provocaron que la CHT tuviera que gestionar no solo las avenidas derivadas, con niveles de agua embalsada de 9.501,64 hectómetros cúbicos (un 85,98 % del total), sino también evitar daños a personas y bienes. Las máximas precipitaciones se registraron en las subcuencas del Tiétar, Alagón y Árrago con valores de 1.016,9 mm, 922,3 mm y 893,6 mm respectivamente. De ahí que los embalses de nuestra zona, como El Burguillo, San Juan y Picadas, tuvieran que desembalsar rápidamente, dando lugar a imágenes espectaculares y a un cierto peligro para las zonas adyacentes aguas abajo. 
En el ámbito geográfico de la cuenca del Tajo, durante el año hidrológico 2024-2025, el volumen total de precipitación alcanzó los 36.200,4 hm³, lo que supone una precipitación media por unidad de superficie de 649,0 mm y coincide con el percentil 83,8. Esto significa que solo en el 16,2 % de los años hidrológicos de la serie histórica de referencia (1980-2025) se ha superado esta cifra. Además, se ha rebasado el volumen total de precipitación del anterior año hidrológico 2023-2024 que registró 35.558,7 hm³.
Casi todas las unidades territoriales de la cuenca del Tajo se han encontrado en situación de normalidad, salvo el abastecimiento en Cáceres y su zona de influencia que estuvieron en situación de prealerta entre diciembre de 2024 y marzo de 2025. La CHT confirma que, en todo el ámbito de la cuenca del Tajo durante el pasado año hidrológico, se ha registrado una ausencia prolongada de sequía.
Como se ha comentado, apenas hubo nieve durante el año hidrológico, aunque en marzo se produjeron las precipitaciones de nieve más significativas, alcanzándose de forma puntual un volumen estimado de 55 hectómetros cúbicos en forma de nieve. Rápidamente, la subida de las temperaturas en abril provocó un deshielo. La subcuenca que registró los valores más altos a mediados de marzo fue el Alberche en el Burguillo con 12,7 hectómetros cúbicos, superando al Lozoya en el Atazar (11,13 hm3) y al Alto Tajo en Entrepeñas (10,33 hm3).
Mario Cuellar.



