Categoría | Cultura

“El hilo conductor de todos los poemas, o de la mayoría de los poemas de Tiempos Polisémicos, es el concepto de tiempo y los muchos significados que tiene”

  • Entrevista a Juan José Escribano.

Has estado reflexionando mucho sobre el tiempo y no sé si has llegado a una conclusión, ¿qué es el tiempo para Juan José Escribano?

Sí, lo he hecho, pero no he llegado a una conclusión definitiva, es solamente un punto de partida para nuevas conclusiones, que es lo que más me gusta. No hay una conclusión para el tiempo, el tiempo es lo que es, el camino para llegar a nuevas conclusiones, es como la línea del horizonte, aunque nunca se alcanza, sino que nos vamos acercando. La conclusión es que el tiempo es, en realidad, el tapiz donde vivimos.

¿Cuándo empezaste a escribir este poemario, no sé si es algo escrito ex profeso o son poemas que vas escribiendo a lo largo del tiempo y que, al final, decides reunir?

En uno de los poemas del propio libro, que le llamo anti-marketing, estaría una respuesta parcial a la pregunta. El poema lo que dice es que un poemario no es un libro, no es como una novela, es más un pasillo que tiene cuadros colgados. Cada poema es un cuadro, una obra, por supuesto, corta, más corta que el libro, pero el poeta hace poemas, no el poemario, salvo algunas excepciones. Este poemario no lo escribí, no quería escribir, no quería hacer un poemario sobre el tiempo, sino que yo escribí poemas y luego, para agruparlos en un poemario que se pudiera editar, para que una editorial lo aceptara como una obra vendible tuve que reunir varios. Entonces me di cuenta que el tiempo era un hilo conductor de todos ellos. De ahí nació el título y de ahí nació el poemario.

¿Podemos decir que el tiempo es un tema que te inspira habitualmente o que te, no sé si te obsesiona, pero por lo menos te interesa?

Me interesa muchísimo, ¿obsesionarme?, espero que no, pero no lo sé, eso que lo diga alguien con un diploma en la pared que sea capaz de identificar entre una afición, una reflexión y una obsesión, que a mí me cuesta. Pero sí, creo que el tiempo es algo de lo que hablamos mucho, directa y indirectamente, sin precisar mucho lo que significa. Quizá ahí está el elemento matemático, en la necesidad de encontrar una definición precisa de los términos que usamos o de un modelo donde encajen. El tiempo es esquivo para eso, porque tiene una parte subjetiva y una parte objetiva y eso complica el entender cómo funciona. A veces nos parece que se ha parado y que se ha quedado quieto en un instante y otras veces parece que va muy deprisa.

¿Cuál es el proceso o el tiempo que te tomas en cada poema?

¿El proceso? Bueno, pues, de nuevo, cada poema… Es un mundo, ¿no? Cada poema, sí, es como una seta. Es diferente a la seta de al lado, aunque parezca igual. Una te la puedes comer y otra mejor no, ¿no? La mayoría de los poemas que he escrito han nacido andando. Yo necesito andar para pensar. Lo tengo clarísimo. Cuando andas no puedes escribir porque estás andando, pero hay algo que te llama, que te enciende algún tipo de lucecita. Entonces lo apunto en algún sitio e intento retener la idea, no el poema entero, sino la idea. Hay una conexión. Sí, un verso. Hay una tensión entre dos, claro. Sí, una tensión entre dos cosas, ¿no? La luz y la sombra, una hoja que se mueve y la quietud de todo lo demás. Hay una especie de tensión. Y con eso te  quedas. Y luego, en cuanto puedo, me siento, abro el ordenador, el teléfono móvil o un papel, depende y escribo esa idea. Y luego, un rato después o un día después o dos días después, me pongo a leer poesía. Porque leer poesía es la primera parte de escribirla. Primero pones tu cabeza en modo poesía, leyendo lo que los grandes poetas han decidido. Y para eso tengo ciertos poetas que me ayudan mucho a ponerme mi estado mental en modo poeta. Quizá la que más utilizo es Gloria Fuertes, que es realmente alucinante. Una maestra. Más o menos, básicamente es algo así.

¿Por qué animas a los lectores a acercarse a Tiempos polisémicos?

A la Poesía en general. Leer un poema es una acción bonita y corta que puedes encajar en mil momentos de tu día a día. Es una buena manera de mantener el gusto por la cultura sin grandes necesidades de abrir huecos en tu tiempo. Conozco mucha gente que solo lee en vacaciones porque es cuando tiene tiempo para disfrutar de una novela. Para la poesía no es necesario llegar a vacaciones. Basta con tener cinco minutos para un poema, diez minutos para otro, dos minutos para un haiku y ya está.

Javier Fernández Jiménez.

Dejar un comentario

Para poder enviar este comentario debes demostrar que eres humano, completa la suma * Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

"EDICIÓN IMPRESA">EDICION IMPRESA

 

 

PRÓXIMA

 

EDICIÓN IMPRESA

 

22 de DICIEMBRE

    Chollocolchon   Chollocolchon

 

A21 SIERRA OESTE

 

 

diciembre 2025
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031  
Verificado por MonsterInsights