Un año más, nuestra Sierra Oeste se dispone a celebrar la Navidad. Los ayuntamientos han confeccionado con gran dedicación sus programas para ofrecer a vecinos y visitantes unas fiestas a la altura de las fechas. Desde A21, en nuestro número 215, queremos ofrecer una muestra de las ofertas de varios pueblos, y felicitar a nuestros lectores y anunciantes, deseándoles lo mejor para el cercano 2026. FOTO DE PORTADA: Robledo de Chavela.

Capitán Monroe

Hace dos siglos, allá por 1823, el secretario de Estado americano de entonces, John Quincy Adams, ideó una postura política que fue enunciada por el presidente James Monroe ante el Congreso. La frase “América para los americanos” se hizo célebre por resumir la conocida como Doctrina Monroe, que comenzó a aplicarse porque los Estados Unidos aún no poseían fuerza militar para defenderse de las potencias extranjeras en países cercanos, lo que suponía un problema para su seguridad. Desde entonces el Tío Sam ha manejado el rumbo de sus vecinos del sur hasta el día de hoy. Ha puesto y quitado gobiernos a su antojo en casi todos los países de Iberoamérica. A veces, los motivos no eran solo salvaguardar las fronteras, sino de exclusivo interés económico, como el caso de Panamá y su canal, inaugurado en 1914. La injerencia norteamericana aumentó con el fin de la II Guerra Mundial, extendiéndose a nivel planetario. Para poner freno al comunismo, llenaron el mundo de bases estratégicamente ubicadas. En el año 2021, el diario La Razón publicaba que Estados Unidos contaba con unas 800 instalaciones militares en más de setenta países, según datos del profesor David Vine, de la American University de Washington.
En 2013, el secretario de Estado de Barack Obama, John Kerry, declaró el fin de la doctrina. Con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, los EE. UU. retomaron el lema de “América para los americanos” en su discurso, reivindicando su vigencia. Con el inicio del segundo mandato Trump, la política exterior norteamericana se está radicalizando día a día. Ahora que cayó el socialismo soviético, ya no hay motivaciones ideológicas en la estrategia militar del Pentágono. Todo indica que se trata de una táctica para mantenerse como primera potencia económica mundial, puesto que empieza a disputar (y posiblemente pierda) ese puesto con China. La excusa actual ya no es si en tal o cual país hay dictaduras gobernadas por tiranos con puño de hierro. Simplemente se les acusa de narcotráfico y todo queda justificado. Sin el más mínimo rubor, anuncian un “bloqueo total y completo de los petroleros sancionados” que entren y salgan de Venezuela hasta que este país “devuelva a los Estados Unidos de América todo el petróleo, la tierra y otros activos que previamente nos robaron”. Si tenemos en cuenta que la extracción de crudo en Venezuela fue iniciada por ingleses y holandeses y nacionalizada en 1975, previa compensación a las petroleras americanas: ¿dónde está el robo? Lo que sí puede considerarse piratería es bombardear lanchas de supuestos narcos del cártel de los Soles que navegan por el Caribe, al tiempo que los petroleros son raptados para expoliar su cargamento, como corsarios y bucaneros de antaño, siguiendo al capitán Monroe.

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