• Participantes de tres generaciones validaron la nueva apuesta de turismo natural.
• Bello trazado de más de 6 km. coronando Robledillo y la ermita de San Antonio.

En el prólogo de las fiestas patronales de Robledo de Chavela se incluyó la nueva actividad de turismo sostenible auspiciada por el Ayuntamiento y organizada por el club K y K.
Siguiendo la filosofía de esta entidad de “deporte asequible, turismo sostenible”, iniciada quince años antes con la Ruta de la Mina -también en los prolegómenos de las fiestas locales-, nació la Subida al Bosque. Una ruta de senderismo de más de 6 km., concebida para todos los públicos, que tenía su salida y llegada en el casco urbano y que se adentraba en el bosque más cercano al centro histórico robledano, coronando el pinar de Robledillo y llegando a la ermita de San Antonio, lo que suponía un desnivel positivo de 151 metros.
Más de medio centenar de senderistas de tres generaciones, con numerosos niños y mayores procedentes de seis municipios, validaron esta nueva apuesta por el turismo natural más original. Junto a ellos, seis guías del club K y K, tres de ellos equipados con botiquines farmacéuticos básicos.
El arranque fue sosegado, el trazado por el primer sendero algo reposado pero la subida de mayor inclinación trajo la respuesta de todos los amantes del senderismo de montaña, que apretaron el paso cuando más se empinaba el camino, hasta alcanzar el panorámico mirador de Robledillo. De ahí a la ermita de San Antonio ya fue coser y cantar.
Fue en la propia explanada de la ermita, muy próxima al pino resinero declarado Árbol Singular, donde los participantes quedaron gratamente sorprendidos al ver el avituallamiento tradicional serrano dispuesto por el Ayuntamiento de Robledo y K y K, a base de buen pan de pueblo, jamón serrano y limonada fresquita. A lo que añadir dos grandes detalles: la limonada más clásica -con algo de buen vino- ofrecida en botas por el emblemático restaurante Charolés, de San Lorenzo de El Escorial; y el excelente aceite de oliva virgen extra Fructum, de Arganda del Rey, para regar las rebanadas de pan.
Tras los manjares camperos, la caravana de caminantes se adentró de nuevo en el bosque, por el bello sendero más septentrional, e inició el descenso hacia el pueblo.
La ruta se desarrolló dentro del tiempo previsto y supuso deleite para niños y mayores, máxime al haber ganado humedad el entorno como consecuencia de las gotas caídas en la noche anterior.
La Subida del Bosque fue un nuevo ejemplo de la práctica de turismo sostenible en la naturaleza, en combinación con el ejercicio físico para combatir el sedentarismo actual; que pudieron plasmar con acierto periodista y cámara de Madrid Directo para Telemadrid.