Tras varios meses de negociaciones, finalmente se escogió a Alcorcón como ubicación para la ciudad del ocio llamada Eurovegas. Aparte de las polémicas suscitadas, la primera consecuencia que nos atañe por su cercanía es que la construcción de esta urbe, destinada al juego y la diversión, promoverá que en la vecina localidad de Navalcarnero se emplace un aeródromo que sirva de enlace aéreo. Así Eurovegas quedará conectada con cualquier parte del mundo.
El ayuntamiento de Navalcarnero se frota las manos sin reparos, y según su nota del Gabinete de Prensa y Comunicación “el macrocomplejo de ocio, juego y negocios Eurovegas no sólo supondrá la creación de más de 250.000 puestos de trabajo y una inversión total de 16.900 millones de euros en 13 años, convirtiendo a Madrid en uno de los polos turísticos de Europa, sino que además servirá para promover la construcción del Aeródromo del Suroeste, que se situará entre los municipios de Navalcarnero y El Álamo.”
Y no es para menos, en estos tiempos de crisis endémica hablar de un cuarto de millón de empleos y de ese volumen de inversión parece una sinecura.
La nota añade además que “Navalcarnero será la que más se beneficie –después de Alcorcón– de este proyecto que el presidente de la región, Ignacio González, ha definido como el más importante en España y en el mundo en los próximos meses”.
Alrededor de Eurovegas
Según el proyecto que maneja el Gobierno regional, aparte de los casinos, se construirán también hoteles de lujo, centros comerciales, teatros, campos de golf y centros de convenciones, además de servir para la mejora de las comunicaciones y el transporte en el suroeste de la Comunidad de Madrid, llevando consigo la ampliación de la autovía A-5, que se verá ampliada con un carril más. También parece que todo esto servirá para terminar de una vez por todas el tren de cercanías Navalcarnero-Móstoles cuya construcción se empezó hace unos años y lleva otros pocos paralizada.
Tal y como se dice textualmente en la nota de prensa “el Aeródromo del Suroeste se construirá en una parcela situada en los términos municipales de El Álamo y Navalcarnero (entre la carretera M-404 y la radial 5) y se espera que pueda estar operativo en el año 2016 y acogerá fundamentalmente los tráficos de escuelas de vuelo, aviación de negocios, vuelos deportivos y trabajos aéreos como agroforestales, extinción de incendios, vigilancia y medios de comunicación.” Por lo que parece que, al menos así está previsto, no será de uso exclusivo para los clientes del macrocomplejo y redundará en los habitantes de la zona.
Además se dice ya con tono claramente triunfalista desde el gabinete del consistorio navalcarnereño que “Por su ubicación y por el tipo de vuelos, no provocará molestias de ruido ni inconvenientes a los ciudadanos ni al medio ambiente. Por el contrario, fortalecerá el desarrollo de toda la comarca y dará un valor añadido a la zona suroeste de la Comunidad de Madrid.”
También se añade que “aunque se trata de un proyecto del Gobierno regional, su puesta en marcha supondrá coste cero para las arcas públicas, pues será una concesión público-privada.”
Protestas
No obstante, desde que se hizo pública la construcción del macrocomplejo muchas han sido las voces discordantes con él. Recordemos que incluso se formó la Plataforma Eurovegas No, cuya última actuación ha sido una cacerolada en la Puerta del Sol argumentando que la ciudadanía nunca ha sido consultada y que el Gobierno de Madrid ha avanzado unas cifras de creación de empleo para las que no ha aportado ninguna explicación.
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