La Plaza de las Vistillas de Aldea del Fresno ha sido el lugar elegido para ubicar el mercado itinerante La Despensa de Madrid, que ha hecho parada en el municipio, para presentar los mejores productos de toda la Comunidad. Tanto aldeanos como visitantes han podido disfrutar de las mejores viandas serranas, como por ejemplo vinos, hortalizas, quesos, embutidos, miel y un largo etcétera de productos que gozan de garantía M Producto Certificado.
Asimismo esta iniciativa, que ha visitado más de una veintena de pueblos de toda la Comunidad de Madrid, surge con el propósito de dar a conocer los productos artesanales que generan los ganaderos, agricultores, viticultores o granjeros madrileños, facilitando el comercio directo con el público, sin intermediarios, lo que abarata los costes y convierte al mercado en un escaparate único para comprar y vender mercancía de alta calidad. Igualmente, con la Despensa de Madrid se consigue el doble objetivo de promocionar los mejores productos madrileños, llegados desde todos los puntos de la región, a la vez que se ofrece una alternativa más de turismo que favorece sobre todo al pueblo de acogida.
En Aldea del Fresno, la Despensa de Madrid ha sido todo un éxito, ya que a pesar de las inclemencias propias de la época de lluvias, se registró una gran afluencia de público durante toda la jornada y tanto vendedores como visitantes quedaron encantados con esta iniciativa.
LOS HIGOS DE LAS HIGUERAS DE CENICIENTOS
Los higos de las higueras
de campos de Cenicientos,
secos son endulzamientos
panal de miel de paseras.
Y han traspasado fronteras
vendidos con otros nombres,
proporcionando renombres
a otros mercados de España
con su valladar montaña
que palió el hambre a los hombres.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LOS HIGOS VERDEJOS DE CENICIENTOS
¡Higos verdejos, sois mieles!,
maduros y ya en sazón
y mostráis maduración
en la viña de los Veles.
Cual de abejas los paneles
higos que pronto maduran,
y en la higuera se estructuran
y cuando tras corto vuelo
trémulos caen al suelo,
su belleza configuran.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LOS HOMBRES LUJURIENTOS
Recuerdo oír a mi abuela:
“Los hombres son lujurientos”.
Dicho todo entre aspavientos
a la luz de una candela.
“Siempre van tras del pecado,
no piensan en otra cosa,
con la mirada vidriosa
son peores que el ganado”.
Y se me quedó mirando:
“¿Tú eres lujuriento hijo?”,
revolviéndose muy inquieta.
“No digas te iré observando,
y lo serás casi fijo
cuando aumente tu bragueta…”
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho