El inicio de la pandemia hace un año decidió a muchos urbanitas a mudar su residencia a un pueblo. Lo que en principio pareció una tendencia pasajera se ha consolidado y el incremento de población que está registrando Cadalso de los Vidrios así lo atestigua. “Es cierto que el censo de nuestro municipio venía creciendo ininterrumpidamente en los últimos años, pero no lo es menos que en los últimos doce meses se ha registrado un aumento mucho más acusado. Y parece no detenerse, porque continuamos recibiendo llamadas y consultas de quienes están proyectando instalarse aquí”, asegura Verónica Muñoz Villalba, alcaldesa de Cadalso de los Vidrios.

Tras advertir los síntomas inequívocos del deseo de tantos de cambiar de estilo de vida, el Ayuntamiento de la localidad se ha adherido a la plataforma digital “Vente a vivir a un pueblo”, que permite al usuario la posibilidad de filtrar sus preferencias: provincia, distancia máxima con respecto a una ciudad o servicios disponibles, como centros de salud, colegio o instalaciones deportivas. En función de esas variables, el mapa va acotándose hasta reducirse a un único punto, el pueblo que reúne las condiciones perfectas. Muñoz Villalba señala que se trata de la plataforma online constituye un “magnífico escaparate”: “El hecho de que, por ejemplo, aquí todos los niños que lo solicitan obtienen plaza en la guardería sirve para decantar la decisión de muchas familias de mudarse aquí”.

El atractivo que Cadalso de los Vidrios ejerce sobre muchos de los que hasta ahora vivían en grandes ciudades ha llamado la atención de TVE. Los informativos de la cadena pública le han dedicado recientemente un reportaje, en el que dos nuevos vecinos, Gema Román y Ángel Pérez, residentes en la capital madrileña, destacaban entusiasmados “el silencio, la calma y la calidad de vida” que Cadalso les ofrece.

También en los últimos meses se ha instalado en el municipio Sergio Teodosio. Este florista, que había vivido en Londres, París y Madrid, decidió recientemente trasladarse a Cadalso. Se confiesa “feliz” con su decisión y “absolutamente enamorado de la localidad”. En el paraje de El Boquerón, ha instalado su residencia y la huerta ecológica en la que cultiva las flores que pone a la venta en su puesto en el mercado de Argüelles.