El Ayuntamiento organizó una jornada de reforestación con el alumnado del Colegio Público Suárez Somonte y aprovechó para recuperar especies en peligro de extinción.
El 28 de julio de 2019 un incendio forestal originado en el municipio Almorox (Toledo) afectó de lleno a los municipios madrileños de Cadalso de los Vidrios, Cenicientos y Rozas de Puerto Real, quemando más de 3000 hectáreas de superficie, el mayor incendio en lo que llevamos de siglo en la Comunidad de Madrid.
Mucho ha cambiado desde entonces. Y es que ese Gran Incendio Forestal (GIF), como así se denominan a los incendios forestales más devastadores y que superan las 500 hectáreas quemadas, modificó por completo el paisaje de Cenicientos. El singular Monte de Utilidad Pública (MUP) Albercas y Alberquillas, en cuyas inmediaciones se encuentra la seña de identidad del municipio, la Peña Cenicientos, quedó parcialmente arrasado, pasto de las llamas. Este enclave albergaba una gran diversidad de flora y aves, única en la Comunidad de Madrid. Y decimos albergaba porque gran parte del monte se intenta recuperar poco a poco de las consecuencias del incendio. Pequeños pinos, castaños, encinas, fresnos y cerezos van regenerándose y tapizando de nuevo el terreno, poco a poco, de forma natural.
Para ayudar en la regeneración del monte y muestra de su firme compromiso por el medio ambiente, el Ayuntamiento de Cenicientos organizó el pasado viernes 12 de noviembre una jornada de educación ambiental que consistió en la plantación de más de 300 árboles de diferentes especies de frondosas autóctonas de la zona: castaños, fresnos, alcornoques, arces de Montpellier y encinas.
En colaboración con la ONG decana de España, la Sociedad española de Ornitología – SEO BirdLife, y gracias a la aportación de los plantones por parte del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y alimentario (IMIDRA) la jornada fue todo un éxito. En ella participó el alumnado de los últimos cursos del colegio público corucho, el CEIPSO Suárez Somonte así como todo aquel voluntario y voluntaria que quiso participar.
La jornada fue todo un éxito y en ella participaron más de 100 personas entre organización y voluntariado.
Recuperando especies en peligro de extinción
Olmas u olmos, cuyo nombre científico es Ulmus minor, es como se denominaban a los árboles que se ubicaban en las plazas de la mayoría de los pueblos y pequeñas localidades de toda España. Ejemplares arbóreos de agradable sombra que allá por la década de 1980 empezaron a secarse y desaparecer afectados por una enfermedad nueva que apareció por aquel entonces, la grafiosis. Millones de olmos desaparecieron ya no solo en España si no también en el mundo entero, quedando al borde extinción.
Tras más de 30 años de grandes esfuerzos e investigación se ha podido recuperar la especie obteniendo ejemplares que resisten la enfermedad. El Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales donó al Ayuntamiento de Cenicientos, a petición del consistorio, 25 ejemplares de esta especie resistente de olmo que estaba al borde de la extinción.
Esperemos que otros ayuntamientos se animen con esa iniciativa y las plazas de los pueblos vuelvan a tener las majestuosas olmas dando sombra a los vecinos y contemplando el devenir de los años.