El número 156 de A21, primero de 2021, su décimotercer año, lleva en su portada la noticia de que la Navidad ha acabado con una nevada histórica.El paso de la borrasca Filomena por nuestra Sierra Oeste será recordado por las copiosas precipitaciones en forma de nieve que estuvieron cayendo ininterrumpidamente desde el viernes 8 durante más de 24 horas, las posteriores heladas y el cierre de muchas de nuestras carreteras y vías férreas. Muchos viajeros quedaron atrapados y la mayoría de los vecinos incomunicados. El desastre pudo ser mayor si nuestros ayuntamientos no se hubiesen puesto manos a la obra desde el primer momento. En los lugares donde se esperó al lunes para poner remedio a la situación las labores de limpieza viara resultaron casi imposibles al haberse congelado la mayoria de la nieve y los trabajos para recuperar la normalidad se prolongaron más de una semana. El Gobierno no ha esperado a la cuantificación de daños para aprobar la declaración de Zona Afectada Gravemente por una Emergencia de Protección Civil. La imagen de la portada es una visista general del municipio de Navas del Rey del fotógrafo Pedro Jesús Pedraza Romero.

Download (PDF, 10.42MB)

Pues no, no somos tan grandes

De Javier Fernández Jiménez.

Deberíamos saberlo ya, que somos mucho más pequeños de lo que solemos creer, de hecho, la pandemia lleva todo un año gritándolo todos los días, como esos siervos de la antigua Roma que recordaban a los grandes generales tras sus victoria más importantes que en realidad no eran más que simples mortales. Y aun así nos seguimos creyendo grandes, demasiado.
Quizás por eso la naturaleza nos ha vuelto a poner en nuestro sitio y lo ha hecho con una nevada monumental que no recordaban ni los más viejos del lugar, una ventisca que ha paralizado buena parte de nuestro país y, por supuesto, nuestra querida Sierra Oeste, poco acostumbrada a la nieve en general, con algunos casos excepcionales como Robledo de Chavela, Valdemaqueda o Rozas del Puerto Real, por ejemplo, pero en ningún caso con una virulencia y una cantidad como esta de enero de 2021, que será recordada durante años. Una nevada que nos ha vuelto a poner a prueba y ha demostrado dos cosas muy importantes y a tener muy en cuenta, en primer lugar lo pequeños que somos cuando la naturaleza nos lo quiere demostrar y en segundo que cuando nos unimos y sacamos lo mejor de nosotros para echar una mano a los demás y para realizar un trabajo colectivo somos capaces de conseguir proezas prácticamente imposibles.
También nos ha enseñado la importancia de disponer de material y recursos humanos en los municipios, de la necesidad de unos cuerpos y fuerzas de seguridad bien entrenados y preparados y de lo necesarios que son cuerpos de voluntarios como Protección Civil y similares. Nuestros municipios han sufrido muchos problemas y desperfectos durante la que por ahora es la gran nevada del Siglo XXI, pero han salido adelante gracias a la coordinación, al esfuerzo y al trabajo de muchas personas, colectivos y representantes municipales.
Estamos mucho mejor que la capital, por ejemplo, o que municipios mucho más grandes y con muchos más recursos que los que tenemos nosotros, pero la dedicación, en algunos casos incluso con turnos de más de 24 horas, han logrado que la inmensa mayoría de nuestras localidades estén hoy totalmente transitables, aun con recuerdos de hielo y nieve en las calles y cunetas que aún tardarán en desaparecer por completo.
Ahora llega el momento de la revisión y del recuento de los daños ocasionados, como el que ha habido en los invernaderos de Villa del Prado, el hundimiento del tejado de las pistas de pádel de Rozas o la devastación del bosque en la zona de la Enfermería de Pelayos de la Presa. Sí, la naturaleza nos ha vuelto a demostrar lo pequeños que somos en realidad, pero también lo grandes que podemos ser cuando nos unimos ante una causa común.