El número 177 del periódico mensual independiente y gratuito de la Sierra Oeste de Madrid y alrededores -correrspòndiente a octubre de 2022 – dedica su portada a feflejas las uestras de rechazo frente al nuevo plan de urgencias extrahospitalarias que quiere implantar la Comunidad de Madrid. Vecinos, autoridades y personal sanitario de nuestra comarca se han sumado masivamente a las movilizaciones organizadas en contra del cambio de modelo de las urgencias extrahospitalarias que pretende llevar a cabo la Comunidad de Madrid desmantelando los SAR (Servicio de Atención Rural) por los PAC (Punto de Atención Continuada), lo que podría suponer un deterioro del servicio por falta de profesionales. Cientos de personas apoyaron presencialmente las concentraciones y colaboraron en la recogida de firmas. Los profesionales llegaron incluso a plantear una huelga que, de momento, ha sido desconvocada por la mayoría de las organizaciones sindicales al conseguir que la Consejería de Sanidad aceptara dos de sus exigencias.

BBC: Cien años ejemplares

Hace cien años, el ingeniero italiano Guglielmo Marconi y un grupo de pioneros de las telecomunicaciones fundaron, en aquel Londres de los locos años veinte, la British Broadcasting Company (BBC), corporación encargada de transmitir un servicio de radio de forma experimental. Aquella sociedad británica de radiodifusión​ fue –y sigue siendo– el servicio público de radio y televisión del Reino Unido desde el 18 de octubre de 1922, cuando saludaban a los primeros radioyentes con su famoso “this is London” o “this is London calling”. La cadena contribuyó desde sus inicios a promover una identidad común entre las cuatro naciones históricas del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte), además de erigirse en un órgano autónomo, financiado hasta hace pocos años por el Ministerio de Exteriores, que siempre ha sido la punta de lanza con la que los británicos han cimentado su influencia global. “La BBC define al Reino Unido, nos otorga una voz. Gracias al poder de la radio, por primera vez se creó la sensación de que todos los británicos estaban escuchando al mismo tiempo, todos formaban parte de una comunidad”, describió el jefe de Historia de la BBC, Robert Seatter.
Ha informado de los más importantes acontecimientos sucedidos desde su nacimiento, incluyendo la II Guerra Mundial, la caída del Muro de Berlín o la pandemia del coronavirus. La BBC opera bajo el mandato de una carta real que garantiza su independencia frente a controles de tipo político o comercial: famosa fue su negativa a calificar a las fuerzas argentinas como “el enemigo”, por sugerencia del gobierno británico durante la Guerra de las Malvinas. Precisamente esa imparcialidad ha sido –y sigue siendo– su mejor carta de presentación y su seña de identidad. Ningún medio tiene actualmente su credibilidad, “si lo escuché en la BBC, debe ser verdad”, dijo George Orwell. Esto debería servir de ejemplo también en nuestros días en los que lo más normal es ver prensa y cadenas politizadas e incluso subyugadas por el control de grupos ideológicos con claros fines electoralistas.
La financiación de la cadena británica se consigue principalmente mediante un impuesto televisivo que pagan quienes tengan un receptor de televisión en el Reino Unido. El precio lo fija anualmente el Gobierno y se acuerda en el Parlamento. Un impuesto similar se cobraba a los dueños de aparatos de radio, pero se suprimió en 1971. Esto también se lo deberían hacer mirar quienes a día de hoy reniegan de los servicios públicos. Muchas veces funciona mejor lo que es de todos  que no lo que está condicionado por la política o el capital. Un siglo de información lo atestigua.

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