- Trescientas personas haciendo crecer arte y tradición entre sus dedos en el Pabellón Municipal de Fiestas.
- Participaron encajeras llegadas de hasta 25 municipios.
Los alfileres poblando sus ‘mundillos’, y las varillas de madera, algunas incluso bautizadas para la ocasión con el nombre de lugar, Valdemorillo, sin parar de gestar puntillas, cuadros, trenzas… los hilos cobrando forma entre los mismos dedos, esos que mueven rápida, hábilmente, una tradición que lejos de perderse aún puede ira a más. Y es que los bolillos se reivindicaron en esta villa en el primer encuentro celebrado en torno a este uso, que tiene mucho de tradición, de esa costumbre que a fuerza de aprenderse, de mejorarse, de compartirse, a fuerza de ser repetida por unas y otra generaciones, mantiene intacto todo su atractivo. Tradición, sí, y mucho arte, sin duda, porque esta fue la combinación perfecta que presidió la actividad desplegada en un pabellón Municipal de Fiestas que se llenó de actividad, de miradas de admiración, de manos que no paraban de dar respuesta a la convocatoria.
La idea, surgió del grupo de mujeres que se reúnen en el Hogar del Mayor, la mayoría jubiladas, y todas convencidas, por igual, que esto de hacer encaje trenzado paciencia con destreza tiene mucho más que mérito, que se merece su tiempo y su espacio, aquí y en los otros 25 municipios desde los que llegaron las trecientas participantes. Y para que todo estuviera a punto, una colaboración, la de la Concejalía de Educación y Cultura, “desde la que se ha trabajado con ilusión par desarrollar esta propuesta, y la verdad es que el resultado de este primer gran encuentro de Bolillos en Valdemorillo no ha podido regalarnos mejor resultado”, tal como apunta la responsable del área, Encarnación Robles.
Precisamente la Concejal ya vivió la experiencia que representan este tipo de ‘reuniones’ en localidades cercanas, como Robledo de Chavela y El Escorial, y ahora el ejemplo se ha vivido en primera persona. Diseños por doquier, hilos y más hilos, tantos centenares de bolillos sin parar, una imagen singular para despedir, además, la programación festiva de este febrero, una estampa más que peculiar que gustaría volver a observar en nuevos encuentros de los de bolillo en mano. De hecho, tanto la Alcaldesa, Gema González, como la propia Robles, tuvieron ocasión de seguir la intensa labor seguida entre las diez de la mañana del sábado 16 y las dos de la tarde, horas de mucha de dedicación que reportaron en algunos casos la distinción y en todos el aplauso y reconocimiento de aquellos que siguen apreciando este modo de hacer puro encaje…. de bolillos.