- Cifuentes visita parte del dispositivo desplegado, tras la reunión del Consejo de Gobierno, en Los Molinos.
- Más de 2.000 profesionales y 2.700 voluntarios, con 488 vehículos y dos helicópteros, listos para intervenir.
- La campaña de Vialidad Invernal garantizará el buen estado de los 2.573 kilómetros de carreteras autonómicas.
- A través de My112 se alerta en 10 segundos a todos los móviles de la zona donde se produzca una emergencia.
La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha el Plan de Inclemencias Invernales 2016-2017, que permitirá dar una respuesta rápida y eficaz a situaciones de emergencia provocadas por grandes nevadas o temperaturas mínimas extremas y garantizar el buen estado de las carreteras de la región. Este Plan contará con 2.033 profesionales y 2.720 voluntarios, que dispondrán de 488 vehículos terrestres y dos helicópteros, además de 5.000 toneladas de sal y 135.000 litros de salmuera.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha presentado estas cifras durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, celebrado hoy y que, en esta ocasión, se ha desarrollado en la localidad de Los Molinos.
“La profesionalidad y experiencia acumulada de años anteriores y los diferentes planes establecidos hacen posible la actuación conjunta de todas las administraciones para ofrecer a los madrileños la respuesta más adecuada ante las situaciones de emergencia que se puedan producir durante el invierno”, ha subrayado.
Tras la rueda de prensa, la presidenta, junto al consejero de Presidencia, Justicia y Portavoz del Gobierno, Ángel Garrido, y de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Pedro Rollán, han visitado parte del dispositivo que forma parte del Plan, en una demostración que ha tenido lugar en la explanada de la Plaza de Toros de Los Molinos.
Dentro del Plan de Inclemencias Invernales, que se pone en marcha el 1 de noviembre y finaliza el 30 de abril, la Consejería de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno es la responsable de coordinar las medidas que hay que poner en marcha para prevenir situaciones de emergencia y de dar respuesta en caso de que se produzcan para minimizar sus consecuencias.
Para ello, se encuentran disponibles todos los medios humanos y materiales del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad, es decir, 1.300 profesionales con 325 vehículos terrestres (incluidos dos con adaptación de pala quitanieves) y dos helicópteros, y el de Agentes Forestales, con un total de 245 agentes y 68 vehículos.
Además, este Plan permite movilizar 2.060 voluntarios y 15 vehículos quitanieves de las 92 Agrupaciones de Protección Civil así como a los 660 voluntarios y 7 vehículos del Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias de Cruz Roja Española de Madrid, con la que la Comunidad ha firmado un convenio de colaboración.
El Plan también implica a la Guardia Civil y al SUMMA en materia de seguridad y sanitaria, respectivamente, y a la Unidad Militar de Emergencias (UME) en caso de situaciones especialmente complicadas y que supongan el corte de carreteras y el aislamiento de poblaciones.
10 SEGUNDOS EN ALERTAR A LA POBLACIÓN
El Centro de Coordinación de Emergencias de Madrid 112, con sus 217 trabajadores, es el encargado de recibir las alertas, gestionar las llamadas de emergencias y realizar las comunicaciones a los organismos de intervención y a los ayuntamientos que puedan verse afectados por una emergencia invernal. Además, a través de la aplicación My112 puede realizar, en sólo 10 segundos, un envío masivo de avisos o alertas a todos los teléfonos móviles que se encuentren en la zona donde se pueda producir una emergencia.
Durante el Plan de Inclemencias Invernales de la temporada pasada se realizaron 47 envíos masivos de información a ayuntamientos y organismos acerca de condiciones climáticas adversas. El Plan se activó en su nivel 0 (situación de preemergencia) en cinco ocasiones.
MANTENIMIENTO DE CARRETERAS
Este Plan supone, también, la puesta en marcha de la Campaña de Vialidad Invernal para garantizar el buen estado de los 2.573 kilómetros de carreteras que son competencia de la Comunidad de Madrid. En este caso, la Consejería de Transportes, Vivienda e Infraestructuras ha movilizado a 271 profesionales, 56 máquinas quitanieves, una turbofresadora y 16 retroexcavadoras, disponibles en los centros de conservación de carreteras de la región.
Además, dispone de 5.000 toneladas de sal repartidas en 29 silos y 13 naves de almacenamiento y de 10 plantas de fabricación de salmuera, lo que garantiza una respuesta efectiva ante fenómenos climáticos adversos.
Como novedades de esta campaña, se han mejorado y modernizado las instalaciones del Centro de Coordinación e Información de la Dirección General de Carreteras e Infraestructuras, que también cuenta con más medios humanos, lo que garantiza su operatividad 24 horas al día, los 7 días de la semana.
RECOMENDACIONES
Cristina Cifuentes ha aprovechado también su intervención, tras el Consejo de Gobierno, para recordar a los madrileños unos consejos básicos, en caso de fuertes nevadas o temperaturas extremas. Así, ha recomendado a aquellos madrileños que residan en zonas especialmente frías y apartadas que cuenten con medios alternativos de calefacción, cocinas tipo camping con provisión de gas, reservas de comida, linternas y pilas o velas. En caso de tener a su cargo a enfermos crónicos o ancianos, que se provean de los medicamentos que puedan ser necesarios.
A la hora de desplazarse, se recomienda el uso del transporte público y que los ciudadanos se informen del estado de las carreteras y las previsiones meteorológicas. En caso de que sea necesario desplazarse con vehículo propio, Cifuentes ha subrayado que se debe llevar lleno el depósito de combustible y que es recomendable contar con cadenas, mantas y el teléfono móvil con su cargador para poder comunicarse en cualquier momento.
En carretera, ha recordado que se recomienda llevar una velocidad moderada, mantener la distancia de seguridad y seguir, siempre, las indicaciones de las autoridades.
CENICIENTOS BAJO LA NIEVE
La nieve cayendo mansa
obstaculiza los pasos,
y el campo nevado amansa
claridad de los ocasos.
Reina un silencio absoluto
en las peladas higueras,
y allá lejos el tributo
a las verdes sementeras.
Los olivos inmortales
lucen hojas blanquiverde
en los días invernales,
huérfanos del campo verde.
Las viñas sin los sarmientos
comparecen desoladas,
¡oh, campos de Cenicientos!,
con tus luchas soterradas.
La majestad de la Peña
siempre arriba omnipresente,
nuestra voluntad se empeña
que es futuro y es presente.
Surcan el cielo los humos
de las negras chimeneas
en amaneceres brumos
de nieve en las azoteas.
Por las calles silenciosas,
en las que nadie transita,
pasan horas vagarosas
en una paz infinita.
El día va despertando,
aclarando la mañana
y la familia almorzando
ve la nieve en su ventana.
Hoy no tenemos escuela
ante la nieve caída
muchachos de la Plazuela:
vamos a dar la batida.
Preparamos las ballestas,
guardadas en los cajones,
como banderas enhiestas
mezcladas con azadones.
De nieve vuelan las pellas
entre alegres risotadas,
en las incruentas querellas
de los días de nevadas.
Coruchos en las esquinas
escrutan el tarameo,
es riqueza, no son ruinas
la nieve en el laboreo.
Los pastores con ramones
a las espaldas cargados,
van arrastrando faldones
a los establos cerrados.
Reina quietud en las cuadras
y están las bestias rumiando,
perro aburrido que ladras
mientras te estás espulgando.
Tañe fuerte la campana
que habita en el campanario,
en la gélida mañana
convocando al vecindario.
En la lumbre los pucheros
aventando sus aromas
y se reparan aperos
y también se gastan bromas.
Nieve y día de pajeras
siempre van emparejados,
y gatos en las gateras
vigilando los doblados.
Se cuentan muchas historias
de los hechos del pasado,
y se evocan las memorias
de algún que otro antepasado.
Están llenas las tabernas
y las barajas danzando,
huyendo de las galernas
que el nevazo está azotando.
Y cuando llega la tarde
y un cielo vago despunta,
la cara y el pie nos arde
y despereza la yunta.
La nieve se ha retirado
con las palas de las puertas,
y un barro negro alfombrado
calles de nuevo desiertas.
La noche ya se ha cernido
y calmos están los vientos,
los coruchos en su nido
duermen es su Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA MADRUGADA Y EL TARAMEO
¿Adonde vas a esta hora?
Levantado de la cama
deja que llegue la aurora
y no andes tan a deshora
si prisa no te reclama.
Y respondía en la puerta:
-Mujer miro el tarameo
y la calle está desierta
y la luna está despierta
y muy tranquila la veo.
Y así un día y otro día
en las noches invernales
sabía el tiempo que haría
al día que amanecía
aunque llovieran canales.
Y en las noches de verano
con la trilla en apogeo
sabía cuando el Solano
era el viento soberano
que le llamaba al venteo.
Hombres de los campos sabios
conocedores del clima
y sus cambiantes resabios
que con ancestrales labios
a la siembra les anima.
Y hablaban del tarameo
los hombres en Cenicientos
como si fuera un recreo
del tiempo en el laboreo
jalonado de argumentos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
PEALES Y ALBARCAS
A mi padre y a los jornaleros
coruchos de su generación
Transidos de frío
peales y albarcas,
llagadas las marcas
de pies, del rocío.
Van los jornaleros
de rostro atezado,
al hombro abrazado
los viejos aperos.
Funde sus alientos
la cruda mañana,
del frío que aplana
nuestro Cenicientos.
Hay nieve en la cumbre
cimera en la Peña,
que hiberna y que sueña
y encienden la lumbre.
Tienen el marqueo
trazado en el suelo
y aplastan el hielo
con un traqueteo.
Están ajustados
para abrir las hoyas,
panes de sus ollas
de desheredados.
Con los azadones
y pico a la piedra,
nada les arredra
abriendo zanjones.
Las manos cubiertas
de grietas y callos,
cavan como rayos
las tierras desiertas.
Tapan los barbados,
que serán las vides
cuando en estas lides
sean injertados.
Paran un momento
y echan un cigarro,
los pies en el barro
y algún juramento.
Duros los astiles
de azadón y pico
y no magnifico
las hoyas a miles.
Les daban los dueños
vino en calabaza
de la misma raza
que impregna sus sueños.
Y así la cuadrilla
de los jornaleros,
iba con sus fueros
por toda Castilla.
La siega en verano
la carga de leña
sin letra pequeña
lastrando su mano.
Los hombres de acero,
de peal y albarca
fueron remo y barca
de lo venidero.
Nosotros sus hijos
tuvimos abrigo,
nuestro pan de trigo
y la escuela fijos.
Y en el firmamento
de los jornaleros,
aquellos braceros
infunden aliento.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
ESTA ES MI CALLE
“Yo aprendí en el hogar en que se funda”
José María Gabriel y Galán
Esta es mi calle, aquí vedla plasmada,
donde viví la infancia de mi vida
originario punto de partida
de expedición de lucha y de cruzada.
Imaginadla envuelta en llamarada
de alegría de niños encendida,
con silla de espadaña adormecida
en la acera en la noche sosegada.
Enfrente de mi casa los terneros
de Luis y Nieves en corral de vacas
el grano y paja sito en los graneros.
Del carro de varales las estacas,
donde Isabel la leche de cabreros
y los padres de Aurelia en las hamacas.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho