El pasado sábado 12 de mayo y como viene siendo tradición llegada la primavera, la Asociación Cultural “Las Palabras Escondidas de Villa del Prado, celebra su anual Ruta de las Fuentes, recorriendo los chorros, caños y venteros que siempre han regado el municipio pradeño, pretendiendo de este modo recuperar las costumbres y tradiciones de antaño, así como reclamar la atención sobre estas fuentes y parajes que el paso del tiempo y el olvido estaban logrando deteriorar.

Con ésta, son ya seis las ocasiones en las que los amigos de la asociación se reúnen con aquel que quiera participar de este estupendo paseo por el entorno y la historia de Villa del Prado para recorrer Los Caños, La Plaza, Valdegatos, El Turco, La Reguera, El Liseo, Picañejo, El Rehoyo… y algunas más que se han perdido, como la que existía en el lugar en el que se ubica la piscina municipal.

La ruta cuenta con un guía excepcional: el escritor y poeta pradeño Juan Gañán. Antiguo hortelano de la localidad que atesora cada recuerdo de sus años jóvenes como una verdadera biblioteca andante, y que narra las anécdotas, costumbres y la naturaleza de épocas pasadas de una forma tan apasionante, que los siete kilómetros recorridos se hacen cortos.

Juan habló de las mujeres que iban a lavar al arroyo, las acerolas que los niños llamaban limón, chistes y chascarrillos de la época, y en cada fuente se leyó un precioso poema del propio Juan Gañán dedicado a esa fuente y su historia.

En la ruta de este año y como homenaje a padres y abuelos, muchos de los participantes en la ruta fueron vestidos como los hortelanos antiguos, creando el ambiente perfecto a una ruta nostálgica y repleta de sentimientos y buenos recuerdos.

Y para terminar la jornada, todos los presentes disfrutaron de un buen almuerzo junto a la fuente del Rehoyo, donde no podía faltar la tortilla de patatas, el jamón, el queso, la empanada, las rosquillas de anís y, por supuesto, buen vino en bota.

Lo mejor de esta ruta es que ha surtido efecto: el Ayuntamiento de Villa del Prado ha planificado la “Ruta de las Fuentes”, restaurándolas y recuperando esos lugares emblemáticos. Ha ubicado bancos de piedra y brocales de pozo junto a Picañejo y El Rehoyo, que ahora vuelven a ser los lugares idílicos que fueron siempre.

Una buena opción para disfrutar de la naturaleza.

Fuente y fotografías: Rocío Ordóñez – Asociación Cultural Las Palabras Escondidas