Si le preguntas a cualquier villamanteño (no sapero, “que eso es solo un mote”) te dirá que el personaje histórico más importante del municipio fue San Dámaso I, que en el cuarto siglo de nuestra era, allá por el año 366, se convirtió en el 37º Papa de la Iglesia Católica, en tiempos aún de la Hispania Romana, cuando Villamanta era una localidad muy importante para la mayoría de los arqueólogos e historiadores, quizás una de las más importantes de la antigüedad, puede que incluso la mítica Mantua, algo que, desgraciadamente, aún no se ha podido demostrar.

Es irónico que siendo San Dámaso el patrón de los arqueólogos, haya habido tan poco trabajo arqueológico en el municipio, uno en el que no es raro encontrar restos en cuanto se realiza cualquier pequeña excavación u obra. Algo que el ayuntamiento intenta cambiar y que Rafael reivindica siempre que tiene la ocasión de hacerlo. Puede que tengamos a las puertas de la Sierra Oeste de Madrid uno o varios de los yacimientos arqueológicos del mundo romano más importantes de, al menos, la Comunidad de Madrid, pero por alguna razón cuesta mucho que se le dé la importancia que muchos expertos aseguran que tiene y que se realicen los esfuerzos necesarios en esa dirección.

Deambulando por la historia, investigando y dedicándole muchas horas y esfuerzos, Rafael ha escrito Villamanta: San Dámaso I y la Mantua de los carpetanos, un libro en el que nos encontramos el fruto de su trabajo, realizado en colaboración con don Orlando Mateos, párroco de Villamanta, historiador y gran responsable de que la iglesia de Santa Catalina de Alejandría cuente en su interior con reliquias del mismísimo San Dámaso I.

Un libro que se presentaba el pasado domingo 5 de diciembre en el Centro Cívico Simón Cuevas y que causó una gran expectación, el centro cultural estaba repleto de vecinos villamanteños con ganas de conocer parte de la historia de su localidad, una historia que se ha trasladado de manera oral de padres a hijos durante generaciones y que sigue siendo una de las más grandes y conocidas tradiciones de la localidad. De hecho, en palabras del propio Rafael, “en este libro quiero plasmar la memoria oral de mi pueblo, Villamanta, y su relación con el primer papa hispano”.

Durante el acto hubo algo de información y mucha reivindicación por parte de Rafael en cuanto a la salvaguarda e investigación de la memoria y la historia de Villamanta, quizá este libro y esta presentación sea un nuevo revulsivo para que aún haya más esfuerzos en conseguir los fondos necesarios para buscar los restos de esa posible Mantua con los que tantos sueñan y que ya mencionó en el Siglo II Ptolomeo en su Geografía, o para consolidar algunos de los tesoros históricos y arquitectónicos del municipio.

El libro se repartió de manera totalmente gratuita, aunque con la posibilidad de una aportación voluntaria para la iglesia de la localidad. Durante el acto de presentación, Rafael recibió la Insignia de Investigador de la Ilustre Orden Custodia De San Dámaso I.

Javier Fernández Jiménez