Realmente cuando hablamos del fenómeno OVNI, pensamos de forma automática en esos famosos platillos volantes que desde tiempos inmemoriales la gente ha estado avistando de forma permanente en los cielos de todo el planeta. Pero nadie ha demostrado la naturaleza del fenómeno.

Por ejemplo; existen muchos parámetros que se repiten dentro de la casuística OVNI ya que la gran mayoría de las veces estos avistamientos se producen por observadores principalmente en tierra, lo que no quita que uno de los grupos que más encuentros tienen sean los pilotos de aviación y por supuesto los cosmonautas, que serían testigos de primerísimo nivel acerca de los no identificados.

Pero aunque su existencia y realidad está más que demostrada en mi opinión, creo que lo realmente interesante de este debate sería ir un paso más allá e intentar descifrar quién se encuentra realmente detrás de este curiosísimo enigma.

Carl Sagan a través de su famosa ecuación nos demostró que las posibilidades de vida más allá de nuestro sistema solar serían realmente altas ya que él y otros científicos mantenían que dentro de las galaxias existirían de 100.000 a 200.000 millones de estrellas y que en nuestro universo conocido habría alrededor de unos 100.000 millones de galaxias. Por supuesto todas ellas con su gran agujero negro súper masivo central, el cual según la teoría de la relatividad, se podría convertir en una puerta interestelar manejando por supuesto las herramientas físicas correctamente. Por lo tanto si a esta ecuación le aplicásemos solo un uno por ciento de probabilidad, nuestro universo conocido y digo conocido porque los científicos en la actualidad ya nos plantean el multiverso conformado por un número indeterminado de otros universos a su vez, solamente el nuestro tendría miles de millones de civilizaciones, seguramente millones de años más avanzadas que la nuestra. Pensar que la aparación del homo sapiens es prácticamente reciente, siendo nuestro gran salto tecnológico en el siglo XIX por lo que no llevaríamos ni 200 años de evolución tecnológica.

Entonces tomando como referencia esta probabilidad, nuestro universo tendría miles de millones de civilizaciones, millones de años por delante de nosotros, por lo que esto me llevaría a pensar que por qué no podrían ser estos, los tripulantes de las naves que aparecen y desaparecen a su antojo en nuestros cielos y a veces en nuestro suelo.

Algo importante dentro de este enigma, sería lo relacionado directamente con la evolución cultural y tecnológica del ser humano, ya que a medida que nuestra cultura crece, así como el tejido “neuronal” de comunicación mundial. El fenómeno OVNI se ha ido mostrando cada vez con más asiduidad a nuestra sociedad. Pero entonces ¿por qué no contactan con nosotros? En este punto existirían muchas teorías al respecto, ya que podría ser un acuerdo interuniversal de no interacción con las civilizaciones en evolución, o quizá lo que sería lo más preocupante, que el ser humano fuese una subraza al servicio de estas avanzadas entidades, bien fuese para estudios médicos, fines reproductivos o como mano de obra para obtener su recursos.

En cualquiera de los casos parece como si no tuviésemos los permisos necesarios para entablar contacto con los alienígenas, solo y exclusivamente cuando ellos quisieran hacerlo.

Se ha teorizado sobre que estas rapidísimas naves podrían ser extraterrestres venidos de otros mundos, seres humanos más evolucionados o de otro tiempo. O sencillamente estos visitantes serían una suerte de sistemas de sondeo planetario que estarían en constante exploración de todos los mundos que de uno u otro modo pudiesen tener algo de interés para estas curiosas y científicas civilizaciones.

Son cientos de pruebas las que han quedado en multitud de obras de arte, pinturas, grabados, escritos y lo más importante, construcciones arquitectónicas, que de no haber sido construidas por otras civilizaciones, dificilmente podrían haber tenido explicación.

Pero por qué, al aparecer siempre a escondidas, en lugares solitarios o durante la noche. ¿Que miedo pueden tener estas entidades capaces de realizar maniobras imposibles para cualquier nave humana? Incluso en decenas de casos se ha dejado entrever el poder ofensivo de los OVNIS en el caso de verse amenazados.

Es curioso y complicado a la vez, saber qué o quién se esconde detrás de todo esto. Pero lo que parece seguro es que tarde o temprano el ser humano será conocedor de todo ello.

Un gran número de personas han sido testigos de las diferentes fases de las cuales nos hablará el investigador francés Jaques Vallé, en donde nos definía cuatro clases o estadiós dependiendo del tipo de encuentro o circunstancia en cada caso. En la primera de ellas, hablaríamos de un contacto visual a larga distancia del ser u objeto, en la segunda fase entraríamos en contacto medio o cercano comprobando incluso huellas físicas de la evidencia. La tercera fase o tercer tipo, tendríamos un  contacto directo con las naves o sus tripulantes y ya en la cuarta fase estaríamos hablando de rapto o abducción, por parte de estos tripulantes.

Sin duda un asunto el de los OVNIS de vital importancia, que marcará un antes y un después en el devenir de la raza humana.