Las elecciones del pasado 28 de abril, las decimocuartas desde la restauración democrática de 1976 y las terceras con Felipe VI como rey de España, consolidaron al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, como gran vencedor de los comicios con 7 millones y medio de votos, dos millones más respecto a 2016.
La alta participación (75,75%) resultó, según la mayoría de analistas, fundamental para la victoria de los partidos de izquierdas. En las anteriores elecciones generales de 2016 la abstención fue notablemente superior registrándose una participación de tan solo el 69,83% del censo.
Era esta una consulta electoral a la que los españoles concurrieron avisados de la irrupción de la ultraderecha y su acuerdo con PP y Ciudadanos para dar el gobierno de Andalucía a los conservadores. Posiblemente VOX haya condicionado a los votantes de todos los espectros políticos, a unos para convencerles de no faltar a la cita con las urnas y evitar el triunfo de la derecha radicalizada y a otros para replantearse su posición más o menos alejada del centro.
Por ello el Partido Popular ha sido el gran derrotado. Su líder Pablo Casado ha quedado señalado como responsable de la debacle de un partido que empezó la pasada legislatura gobernando el país y que el 21 de mayo, cuando está prevista la Constitución de las Cortes Generales, va a tener la mitad de sus escaños.
Casado basó su campaña escorándose tanto a la derecha que pensó que VOX era su rival y olvidando que en posiciones más centradas C’s cosecha el mejor granero de votos de su historia. Esta fragmentación de los partidos conservadores, enfrascados en demostrar quién era más contrario al secesionismo catalán, impulsó a los socialistas a revalidar el gobierno reforzando hasta tal punto su respaldo popular que se han permitido esperar a las elecciones municipales autonómicas y europeas de finales de este mes para decidir finalmente su estrategia para formar gobierno. Todo apunta a que su socio será Unidas Podemos, el otro partido que ha obtenido resultados desfavorables por más que su líder Pablo Iglesia se empeñase en valorarlos como “suficientes” para frenar el ataque de la derecha. Un millón cien mil votos y 24 escaños son una pérdida cuando menos alarmante y, al igual que los populares, necesitan replantearse sus posiciones de cara a unas elecciones del 26 de mayo que van a servir para mucho más que para dilucidar quién será alcalde o diputado regional o europeo. La próxima cita electoral ha de marcar si continúa la tendencia de abril con un PSOE en alza o si por el contrario el PP logra remontar.
El Partido Popular también cede en la comarca
Las elecciones generales celebradas el 28 de abril en nuestro territorio reflejaron la tendencia general. El número total de votos en 2016 fue de 50.530 y en 2019 de 56.521, suponiendo un incremento de un 11,86%, casi el doble que en España.
El Partido Popular, hasta ahora el más votado en la comarca, lo ha sido en abril solo en Colmenar del Arroyo, El Tiemblo, Sotillo de la Adrada, Pelayos de la Presa, Villa Prado y Villanueva de la Cañada, aunque en todos ellos ha sufrido una importante bajada de votos respecto a 2016. Vox se ha impuesto en Villamantilla, Robledo de Chavela y Navas del Rey, donde ha registrado una de las mayores subidas junto a Cadalso de los Vidrios y Villa del Prado, pasando de 3 votos a 580 en este último. Unidas Podemos ha sido la formación más votada en Fresnedillas de la Oliva y en Zarzalejo, aunque es reseñable su caída en prácticamente todos los municipios, destacando la merma en Cenicientos, El Tiemblo y La Adrada. Tanto en Valdemorillo como en Brunete, Ciudadanos ha sido la fuerza con mayor número de papeletas. En los 11 restantes municipios de nuestra comarca, el partido más votado ha sido el PSOE, que ha obtenido un incremento de votos en el total de nuestros pueblos. Cabe destacar las subidas, superiores al 50 %, en Colmenar del Arroyo, Navalagamella y Villamantilla. Curiosamente PACMA ha subido en todos los municipios, excepto en Villa del Prado y El Tiemblo donde ha perdido votos respecto a 2016.
Tras esto la presidencia de la Comunidad de Madrid no parece tan decidida como en anteriores comicios peligrando la racha del PP, que ha venido gobernando, en ocasiones con mayoría absoluta, desde hace 24 años. No olvidemos que también estamos llamados a elegir nuestros representantes en Europa.