Más de setenta personas se dieron cita el sábado 26 de enero en el Restaurante Alejandro Jiménez de Cenicientos para participar en la segunda Cata de Vinos que las bodegas de la comarca vienen organizando desde el pasado mes de diciembre. La primera se había celebrado en Cadalso de los Vidrios en la Taberna La Corredera y también tenía un precio de 10 euros. Si entonces concurrieron cuatro bodegas, en esta ocasión se presentaron seis: Luis Saavedra y San Esteban Protomártir, de Cenicientos; Aumesquet Garrido y Alberto Ayuso, de Cadalso; Fuentegalana, de Navahondilla y Juliana de la Rosa, de Villa del Prado. Los dos primeros eligieron sus rosados para la cata mientras que los cadalseños se decantaron por el tinto: Mariscalas, joven el de Aumesquet, crianza en el caso de Ayuso. La variedad de uva predominante en estos vinos es la autóctona garnacha. La syrah es el componente de Toros de Guisando, el vino de Navahondilla, mientras que la merlot lo es de Juliana, el de Villa del Prado. Desde las ocho de la noche fueron uno a uno explicando las características de sus caldos así como su proceso de elaboración. Cada vino venía maridado con unas tapas que iban saliendo de la cocina del restaurante anfitrión y que casaban a la perfección con las copas dispuestas. Gambas rebozadas con cacahuetes, juliana de calamares en su tinta, chorizo de prueba con huevo de codorniz, tosta de ibérico con aceite de la tierra, cochifrito y queso de leche cruda de oveja fueron, por ese orden, las tapas con las que se acompañó cada vino. Al terminar el acto, y de forma más distendida, los asistentes continuaron degustando los caldos de la comarca y otras tapas más que Alejandro Jiménez ofreció a la concurrencia.