La Casa de Cultura de Valdemorillo ha vuelto a sumar la visita de miembros de la familia Giralt, quien junto con Enrique Suja, vecino de esta villa y gran estudioso e investigador de la historia local, han efectuado nuevas e importantes donaciones de piezas al Ayuntamiento. Entregadas directamente a la Concejal del área, Eva Ruiz, las aportaciones que pasan ahora a enriquecer el ya valioso fondo que compone la colección permanente destinada a mostrar del pasado industrial de esta villa añaden variedad y e, incluso, singularidad, ya que entre ellas cabe destacar el fragmento de cerámica visigoda entregado por Suja.

Pasa a disponerse así de un elemento de especial interés a la hora de completar un muestrario que hace así visibles las distintas etapas históricas vividas a través de las creaciones manufacturadas por los diferentes pobladores del lugar. Y, además, y si bien de época mucho más reciente, pero no por ello menos valiosos resultan los otros objetos donados esta misma semana, un catálogo de productos de 1917, un frasco creado a modo de souvenir, en concreto con detalles alusivos al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, y una palmatoria

Por su parte, la nueva responsable del área agradeció personalmente el gesto, tanto a los descendientes del último propietario de la fábrica que tanta y tan destacada producción alcanzara en la primera mitad del pasado siglo, como a Enrique Sija. “Para Valdemorillo es una satisfacción especial poder mostrar su historia a través de piezas como las que nuevamente y de modo desinteresado nos entregan para una ampliar una colección que realmente es única en le conjunto de al región”, asegura Ruiz.

• Donación de más de una treintena de piezas de especial valor que permiten completar el amplio muestrario de artículos que forman las más de 360 obras donadas en esta legislatura.
• María Luisa de Arquer, esposa del último propietario, acompañada por sus hijos, hizo entrega personalmente de unas creaciones de gran singularidad, como la única retorta de vidrio que se conserva entre las fabricadas en el lugar donde ahora se levanta la Casa de Cultura. De hecho, las labores de catalogación y recopilación de documentación realizadas por Pablo y María Luisa Giralt, respectivamente, permiten conocer el nombre originario de las tres emblemáticas chimeneas: Vulcano, Moisés y Progreso.
•  La Alcaldesa, Gema González, junto a los Concejales Encarnación Robles y Luis Hernández, compartieron momentos de esta emotiva visita, agradeciendo esta “inestimable aportación, ya que nos permite aumentar una colección muy ilustrativa de las diferentes etapas de producción”.

Pertenecientes a la etapa de Juan Falcó o Sociedad del Aulencia, que se corresponde con el período que va de 1845 a 1913, 23 son las piezas, todas ellas de loza, que pasan a engrosar la colección de obras donadas por la familia Giralt. Se acerca así al pueblo de Valdemorillo, y por extensión a todos sus visitantes, un muestrario cada vez más completo y singular de la variedad de artículos que en su día salieron de los hornos de los que, además, ahora se sabe su nombre originario. Las tres chimeneas santo y seña de la localidad, son, en realidad, Vulcano, Moisés y Progreso, y a ellas retornan, a las vitrinas que realmente son reflejo de una parte de la historia local, un frutero, fuentes de servir, rabaneras y platos de la serie Mosaico, fuentes de la serie Greca en marrón y azul, al igual que una ensaladera y platos con cenefa de otra de las series, Paisaje. Una valiosa y más que destacada aportación que se entregó acompañada de otro lote no menos importante, el formado por otras 12 piezas:  dos frascos de vidrio Valma, un par de floreros art noveau, uno de ellos decorado, y frascos de farmacia, incluyendo también uno en el que se reproduce el nombre y el dibujo de botánico de la planta la que iba destinado. Creaciones todas estas que corresponden a la etapa final de la recordada fábrica, la correspondiente a Giralt Laporta, que fue de 1917 a 1936.

De especial valor tanto por su antigüedad y variedad como por ser en algún caso la única pieza conservada de ese modelo, como una retorta de vidrio, este amplio muestrario ‘retornó’ así a Valdemorillo, al mismo lugar donde se fabricaron, convertido hace años en centro cultural. Todo un gesto con el que se refuerza el fuerte vínculo que el municipio mantiene con la familia Giralt, y que se materializó, en esta ocasión, con la presencia de la esposa de Enrique Giralt, el que fuera último propietario de la fábrica. Y es que María Luisa de Arquer, que a sus 93 años mantiene el entusiasmo al recordar aquellos tiempos de producción, así como el cariño por esta villa, quiso acudir personalmente, junto a sus hijos, Pablo, María Luisa y Andrea, para hacer entrega de esta nueva donación que, además de hacer visibles tantas y tan singulares piezas, acercándolas al público para que puedan ser conocidas por todos, contribuye a enriquecer unos fondos que vienen a completar el recorrido por la diferentes etapas productivas a través de los distintos artículos que fueron fabricándose en ellas.

De hecho, el total de piezas donadas en la presente legislatura, más de 360, da idea de la calidad e interés de esta colección, aspecto que se reconoce especialmente desde el Ayuntamiento. Así, tanto la Alcaldesa, Gema González, como los Concejales Encarnación Robles y Luis Hernández, también presentes durante la visita, agradecieron la permanente disposición y colaboración de los Giralt a la hora de preservar e impulsar el conocimiento de una parte de la historia local como la que representa el trabajo seguido en las antigua fábrica. Un aspecto que viene a reforzarse, además, gracias al apoyo prestado por Pablo Giralt en materia de catalogación y por su hermana María Luisa de cara a recopilar una significativa documentación, llena de curiosidades, como los nombres ya apuntados de los tres hornos, único vestigio que se conserva en pie de aquellas instalaciones en las que se emplearon tantos valdemorillenes y que tanta y tan destacado nivel de producción aseguró durante décadas. Precisamente en una curiosa y cuidada disposición, parte de la colección de piezas donadas por la familia Giralt pueden contemplarse, a modo de exposición permanente, al paso por el interior de las emblemáticas chimeneas, al tiempo que ya se trabaja en la preparación de nuevas vitrinas destinada a sumar a los fondos ya visibles en la Cueva Museo de Cerámica y Vidrio (CUMMVAL) la llamativa selección de piezas de la etapa de Juan Falcó entregadas ahora.