La edición impresa de septiembre del periódico mensual independiente y gratuito de la Sierra Oeste de Madrid y alrededores A21, refleja en su portada el final de las fiestas. Desde la primavera, mes tras mes –pero especialmente durante septiembre–, muchos de los pueblos de la Sierra Oeste celebran su fiestas patronales. Tras dos años de receso por la pandemia, hemos vuelto a una normalidad que lleva consigo que nuestras calles se llenen de gente deseosa de compartir con los demás la alegría que suponen estas señaladas fechas. Este año 2022, por tanto, se han vivido con particular intensidad, quizá estrechando lazos más que nunca, como símbolo del fin de una mala racha. También en septiembre se retoma la actividad lectiva con el comienzo de un nuevo curso, devolviéndonos a la cotidianidad de un otoño que acaba de empezar.
FOTO: Peña Muñana, de Cadalso de los Vidrios.

Editorial: Se repite la historia

La COVID-19 ha sido para algunos un reflejo de aquella Gripe Española que mató entre 1918 y 1920 a más de 40 millones de personas en todo el mundo. Como si el siglo XXI quisiera imitar a la centuria anterior haciendo bueno el dicho de que la historia tiende a repetirse.
El 27 de octubre de 1922 varias columnas de camisas negras se pusieron en marcha hacia Roma y terminaron logrando su sueño de colocar a Benito Mussolini en el poder, proclamando con ello –y dando paso así a más de dos décadas de dictadura– el primer régimen propiamente fascista de Europa. Tras ello, de todos son conocidos los remedos que se sucedieron por el viejo continente y su decisivo protagonismo en la II Guera Mundial, el conflicto bélico más mortífero de la historia.
El pasado 25 de septiembre un electorado italiano, igualmente descontento que el de hace cien años, otorgaba a la candidata de Fratelli d’Italia (FdI), Georgia Meloni, en torno al 25% de los votos en unas elecciones italianas con una paupérrima participación (alrededor de un 64 %). Meloni con 15 años ya empezó a militar en el Frente de la Juventud (Fronte della Gioventù, en italiano), las juventudes del Movimiento Social Italiano, un partido político fundado en 1946, que quería seguir el testimonio de Mussolini. De hecho, el escudo de Fratelli lleva el símbolo fascista, la llama verde-blanca-roja, que históricamente siempre han usado como símbolo las formaciones de ultraderecha del país transalpino.
Durante las semanas previas a los comicios moderó su discurso ultra y ante la prensa extranjera se presentó como cercana a los conservadores británicos o los republicanos estadounidenses. Pero lo cierto es que se ha destacado por su discurso populista, ultranacionalista, antieuropeista, xenófobo, ultracatólico, islamófobo y en contra de los derechos de los homosexuales.
En España ha salido a la luz un discurso durante un mitin de Vox en la campaña a las elecciones andaluzas con tintes de proclama fascista: “Sí a la familia natural, no a los lobbis LGBT, sí a la identidad sexual, no a la ideología de género, sí a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte, sí a la universalidad de la cruz, no a la violencia islamista, sí a fronteras seguras, no a la inmigración masiva, sí al trabajo de nuestros ciudadanos, no a las grandes finanzas internacionales, sí a la soberanía de los pueblos, no a los burócratas de Bruselas”.
Ahora está por ver cómo se desenvuelve en el poder la vencedora en las urnas y cómo lidia, por ejemplo, con una Europa que dedica buena parte de sus fondos a Italia mientras ella pide alejarse de la Unión. ¿Será la victoria de Meloni el principio del regreso del fascimo en el siglo XXI?

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