- Según un estudio de la UC3M y el Instituto Elcano.
La presión individual que cada persona pueda ejercer para luchar contra el cambio climático tiene un efecto significativo en su entorno para impulsar comportamientos ecológicos. Esa es una de las conclusiones de una investigación científica de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y el Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos que analiza los factores sociopolíticos que influyen en la aceptación de las políticas climáticas en España.
Los investigadores también han encontrado que una presión de grupo, incluso mínima, tiene un impacto positivo y significativo en la inclinación de los individuos a prácticas ligadas a la mitigación del cambio climático, independientemente de si se implementan políticas regresivas o progresistas. “Si convencemos a las personas de que no solo se comporten de manera cooperativa en la lucha contra el cambio climático, sino de que hablen de ello, que se lo cuenten a sus amistades, a sus conocidos, se va creando un entorno en donde todos vamos sintiendo cada vez más presión para apoyar la conservación del medio ambiente en la lucha contra el cambio climático y, de esa manera, se vuelven mucho más efectivas las políticas”, explica uno de los autores del estudio, Anxo Sánchez, catedrático del Dpto. de Matemáticas de la UC3M.
Este trabajo, publicado en la revista científica Ecological Economics, demuestra que el liderazgo político también juega un papel crucial en el fomento del apoyo público a las políticas climáticas. “La clase política debe promover la lucha contra el cambio climático, porque de lo contrario la ciudadanía pierde interés en el tema y también deja de luchar”, añade Anxo Sánchez.
Diferencias regionales
Utilizando un modelo simplificado del sistema sociopolítico español, los investigadores han encontrado también importantes diferencias regionales en este contexto. “Hay ciudadanos que pueden vivir en áreas urbanas, como Madrid, y otros que pueden vivir en áreas más agrarias…y lo que hemos comprobado con nuestro modelo es que el apoyo a las políticas ambientales es más fuerte en unas regiones que en otras”, explica otro de los autores del estudio, Alberto Antonioni, investigador del Grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos (GISC) de la UC3M.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones para el diseño de políticas públicas. La variabilidad regional en la aceptación de políticas, por ejemplo, indica que las estrategias de comunicación y las intervenciones políticas deben adaptarse a las características y necesidades específicas de cada región, según los investigadores. Además, los resultados del estudio sugieren que para aumentar la aceptación de las políticas de mitigación del cambio climático resulta crucial fomentar la participación ciudadana.
Para llevar a cabo esta investigación, los autores desarrollaron un modelo computacional que se conoce como simulación basada en agentes, que básicamente consiste en programar unos agentes que toman decisiones en función de lo que observan a su alrededor. El modelo fue calibrado con los datos de una encuesta sobre actitudes y apoyo a las políticas climáticas en España realizada por el Real Instituto Elcano.
Este trabajo forma parte del esfuerzo que la UC3M dedica a la lucha contra el cambio climático. De hecho, la Universidad ha puesto en marcha la Iniciativa Estratégica por el Clima, que intenta agrupar a todos los grupos de investigación de la universidad que tienen algo que decir sobre sobre cuestiones climáticas para fomentar la transferencia de conocimiento en este ámbito y aumentar el impacto social, entre otras acciones.