Una nueva actividad deportiva está de bienvenida en San Martín de Valdeiglesias. Se trata del Fu-Shih Kenpo, un arte marcial que ya cuenta con una trayectoria de diez años en Villa del Prado y que desde el pasado mes de abril se imparte en el Club de Artes Marciales K8 de la localidad sanmartineña bajo la dirección de Francisco del Hoyo Duarte, 2º Dan en la disciplina y varias veces campeón del mundo de kickboxing, en la modalidad de light contact, y de taekwondo.
El Kenpo es el nombre que describe diversas artes marciales originarias de Japón y China, y que están basadas en técnicas de defensa personal. Una de sus variantes es el Fu-Shih, cuyos kanjis significan “espíritu del tigre” e introdujo en España el maestro chileno Raúl Gutiérrez a finales de la década de los 70, y que llegó a nuestra comarca en el año 2011 con la creación en Villa del Prado del Club Fu-Shih Kenpo Sierra Oeste, que se encarga también de dar clases en Villamanta.
Francisco del Hoyo entrena a unos 35 alumnos en el Pabellón Municipal pradeño a la vez que ha emprendido este nuevo proyecto en el Club K8 de San Martín, con clases de una hora los lunes y miércoles en un espacio concebido como asociación deportiva creada para disfrutar de las artes marciales, en la que se entrenan también otras disciplinas como Muay Thai, MMA o defensa personal. De hecho, Del Hoyo será el responsable de impartir el próximo 19 de junio un seminario de dos horas de duración sobre defensa personal, enfocado en cómo poder salir de una agresión, al que se pueden apuntar personas de todas las edades y niveles.
En A21 hemos hablado con él sobre Fu-Shih, un arte marcial quizás poco conocido todavía para el público pero que cada vez gana más adeptos en nuestro país, y en el que valores como la solidaridad, el compañerismo, la tolerancia, el respeto, la perseverancia y la humildad están muy presentes en el día a día de cada entrenamiento.

¿Cómo fueron tus inicios con el Fu-Shih Kenpo?
Llevo practicando artes marciales desde que tenía 7 años. Empecé haciendo taekwondo en el gimnasio Han Kuk de Alcobendas, que lo llevaba por aquel entonces el seleccionador español de taekwondo, y luego, cuando me mudé a Villa del Prado me apunté a taekwondo en San Martín, el profesor se cambió, me apunté a una actividad y ya de ahí acabé practicando Fu-Shih Kenpo en Segovia con un antiguo compañero, que era quien daba las clases. En esta disciplina llevo unos 12 o 13 años y, aparte de dar clases, también las recibo en el Club78 de Alcorcón, donde entreno kickboxing y Fu-Shih Kenpo de la mano de mi entrenador, Mario del Fresno, alumno directo de Raúl Gutiérrez, fundador del Fu-Shih Kenpo, el cual es un excelente competidor y una maravillosa persona.

¿Cuál es tu bagaje a nivel competitivo?
En 2011 y 2012, me proclamé en Italia campeón del mundo de taekwondo en categoría absoluta de la WTKA, así como campeón del mundo en kickboxing +75 kg. (WTKA) en 2011, , en la modalidad de light contact, y subcampeón en +85 kg. los años 2011 y 2012. También fui campeón mundial en kata con arma de la WTKA en 2012 y obtuve medallas de bronce en defensa personal y kata mano vacía. Pero eso ya es pasado, ahora mismo hay gente mejor que yo obviamente. En estos momentos estoy con nuevas cosas, nuevos proyectos, y estoy pensando en volver a competir otra vez. Con la pandemia me estoy dedicando a dar clases de artes marciales y me estoy poniendo en forma otra vez para poder volverme a meter en un tatami, hacer combates, katas y de todo. Quiero volver a competir, es una espinita que tengo clavada desde el año 2017 que fue la última vez que competí.

¿Cuánto tiempo llevas viviendo en Villa del Prado?
Llevo en Villa del Prado desde que tenía 10 años (en junio cumple 27 años), y enseñando esta disciplina en el municipio llevo desde 2012 en el club Fu-Shih Kenpo Sierra Oeste, que se había fundado un año antes y que paso a paso sigue creciendo. Con la ayuda del Ayuntamiento y del patrocinador Tagoya se puso un tatami, se fue poniendo material deportivo y poco a poco empezamos con un alumno y luego, según fuimos avanzando con el tiempo llegamos a tener incluso 50 alumnos, que era lo máximo que podíamos tener. Nos comimos otras actividades de artes marciales con las cuales terminamos colaborando e hicimos todos una gran familia.

¿Impartes tú también las clases en Villamanta?
Las clases en Villamanta las lleva mi madre, Carmen Duarte, a la que metí en el mundo de las artes marciales de rebote. Ella me tenía que llevar los lunes y miércoles al pabellón de San Martín y terminó entrenando conmigo y enganchándose. Hace poco se ha sacado el 2º Dan de Fu-Shih Kenpo en el Club 78 de Alcorcón y ahora está impartiendo clases de Fu-Shih y taichí en Villamanta.
Los deportes de contacto son de los que más están sufriendo durante esta pandemia. En judo, por ejemplo, desde su federación temen que haya una reducción de hasta el 90% en el número de federados.

¿Está afectado esto igualmente al Kenpo?
La caída de las licencias se debe a que muchos clubes, sobre todo los municipales, tienen acuerdos con los ayuntamientos y, si estos no han recibido la ayuda correspondiente al deporte que concede la Comunidad, no van a pagar nada. Eso nos ha pasado a nosotros en Villa del Prado. Hasta que el concejal de Deportes no ha recibido la ayuda específica de la Comunidad de Madrid no se ha podido dar para poder pagar licencias. Hay mucha gente así. El Departamento Nacional de Kenpo (DNK), que está asociado a la Federación Española de Kárate y Deportes Asociados, reconoce que hay muchos clubes en ese mismo margen y, aparte de eso, también ha habido gente que se ha quitado de la actividad por el miedo a contagiarse de coronavirus. Al fin y al cabo, lo que hay que hacer es que cada uno en su club mantenga las medidas de seguridad como nosotros tenemos aquí en los clubes K8 de San Martín y Fu-Shih Kenpo Sierra Oeste de Villa del Prado. Medidas de seguridad continuas, desinfección de todo lo necesario… Eso es lo que hay que hacer, y perseguir a la gente que no lo haga. En nuestros clubes, todos nuestros alumnos están federados y disponen del correspondiente seguro deportivo en caso de accidente.

¿Qué protocolo de seguridad seguís ante la COVID-19?
Tenemos un dispensador de gel hidroalcohólico en la entrada y otro manual, además de varios tipos de líquidos desinfectantes, unos con lejía y otros sin lejía para poder desinfectar el tatami o el material de uso común como los sacos. Como material de uso común me refiero al que sí se puede usar, que es el de golpeo como son los sacos, lo que no está permitido en época de pandemia es compartir protectores, como por ejemplo los guantes, cosa que en mi caso ya hacía antes por higiene. Tenemos también termómetro facial para poder medir la temperatura, que es lo que te pide la Federación, y obviamente la mascarilla siempre puesta y distancia de seguridad, así como aforo limitado en cada clase. En mi actividad solo puede haber 12 personas, en el momento que haya más de este número se abriría otro grupo.

¿Teméis a que pueda volver a haber un cierre de las actividades deportivas en interior?
Sí. La verdad es que sí existe ese temor porque se termina demonizando al deporte cuando este es la solución y no la causa. Si tienes un club o un gimnasio y mantienes bien las cosas y cumples con las medidas de seguridad no tiene que haber ningún problema. Otra cosa es que, por ejemplo, digan que se prohíben por decreto las clases en interior hasta nueva fecha. Eso molestaría bastante porque ya han empezado ligas, campeonatos, etc. El engranaje está volviendo a funcionar y parar de nuevo todo sería una gran faena.

¿Se han retomado las competiciones?
Sí, recientemente ha habido una concentración de la selección española de Kenpo en Guadalajara con vistas a ir a próximos campeonatos, y el 8 y 9 de mayo se ha celebrado en Alovera (Guadalajara) el primer Campeonato de España de clubes, eso sí, sin permitirse la entrada de público y con uso obligatorio de mascarilla para competir. Esto nos lo marca la ley, pero hacer katas [movimientos que se realizan de forma individual, sin entrar en contacto con otro oponente] conlleva muchas respiraciones, marcar posturas del cuerpo y te terminas asfixiando con la mascarilla. Todo se está volviendo a mover de nuevo pero hay cosas que se deberían de quitar, como por ejemplo en este caso, el uso de mascarilla en katas, donde estás a diez metros del juez y hay distancia de seguridad enorme. Yo ahí bajo mi punto de vista no usaría la mascarilla, pero estamos obligados.

¿Es muy cara la equipación?
Eso depende de cada uno, como en cualquier deporte. Si alguien quiere competir prefiero que se compre el material que está avalado por la Federación para poder competir a que se compre un par de guantes porque no lo haya pensado antes, pero aquí se hace lo que cada persona quiera.

¿Por qué recomendarías practicar Fu-Shih Kenpo?
Insisto en lo que le digo a toda la gente, si no vienes a probarlo no puedes saber si te va a gustar. Eso no supone solamente entrenar, aquí lo que se trata de hacer es una familia, se intenta que entrenemos y que nos lo pasemos bien y disfrutemos de las horas que estemos aquí juntos entrenando. A todo el mundo le digo, vente un día a probar y luego me cuentas.

¿Qué aporta esta disciplina?
A mí me aporta mucha serenidad, estar muy centrado, concentración, control, honestidad, disciplina… muchas cosas. Cualquier arte marcial lo primero que te enseña es disciplina. Muchos chavales que han venido a mis clases en Villa del Prado y que tenían problemas de actitud contra la autoridad por ejemplo, ahora son chavales con cero problemas, que con los padres no tienen ningún problema, que no pegan a nadie. El Fu-Shih Kenpo aprendes a autocontrolarte, y por eso lo recomiendo.

Sergio Lizana Calvo.