La reforma de la ermita de Nuestra Señora la Virgen del Roble de Cenicientos es ya una realidad. Las obras, que comenzaron en enero y tuvieron que paralizarse durante el primer estado de alarma por la pandemia, han servido para recuperar el estado original del templo, que data de finales del siglo XV, rescatando elementos originales que habían quedado ocultos en reformas de épocas anteriores como un ventanuco del siglo XVI de la fachada principal que permite iluminar la imagen de la Virgen al atardecer.

Además de acometer una nueva instalación eléctrica y de eliminar el falso techo ante el riesgo de incendio o accidente que existía, en esta restauración se ha recuperado un conjunto de ventanales con arcos góticos que estaban tapados por escayola y solo eran visibles desde el exterior, se ha dotado de una nueva iluminación al camarín de la Virgen y al exterior del edificio, se han reparado las campanas y se ha construido una nueva sacristía de piedra en el exterior del templo, sustituyendo la sacristía de obra situada en el interior y que impedía la apertura de una de las tres puertas de acceso.

Los trabajos de restauración han sido financiados en su totalidad por el Obispado de Getafe y por los fieles de la parroquia de Cenicientos, que ha iniciado una campaña de recogida de fondos para sufragar el coste de la obra. Además de los trabajos en el propio templo, se han acometido labores de mantenimiento de los jardines del recinto de la ermita con la ayuda del ayuntamiento de la localidad, que ha realizado obras de limpieza y poda de los jardines y ha acometido el trabajo de embellecimiento en piedra del lateral del perímetro exterior de la ermita, desde su acceso hasta la fuente del Roble, donde se han instalado varios bancos.

Una vez finalizado el proyecto que ha permitido a la ermita recobrar su verdadero sentido de templo y, a su vez, enriquecer el patrimonio artístico de Cenicientos de cara a impulsar el turismo, se está a la espera de conocer la fecha oficial de inauguración. En un primer momento ese acto estaba previsto para el 12 de septiembre e iba a contar con la presencia del obispo de la Diócesis de Getafe, Ginés García Beltrán, pero tuvo que posponerse porque ese día se ofició en Navas del Rey el funeral  por las víctimas de la Covid-19 en el arciprestazgo de San Martín de Valdeiglesias. El posterior agravamiento de la situación epidemiológica impidió fijar una nueva fecha que la parroquia confía en poder anunciar pronto. Mientras, la imagen de la patrona de Cenicientos permanecerá en la iglesia a la espera de regresar a su ermita tal y como era siglos atrás.

Sergio Lizana Calvo.