Nada resulta más esperanzador que, cuando es necesario auxilio, tanta gente buena acuda a colaborar de la manera que ellos pueden. Y la manera en la que los poetas más pueden ayudar es con la palabra.
En Villa del Prado, pueblo de Madrid, como tantos otros, con muchas familias en situación desesperada por la crisis, la Asociación Cultural “Las Palabras Escondidas” ha organizado una Gala Benéfica para recoger alimentos para que Cáritas pueda seguir ayudando.
Y poetas, músicos, actores, asociaciones y voluntarios se han volcado en aportar su granito de arena para hacer de este mundo un lugar más solidario.
ASEAPO de Móstoles, Verbo Azul de Alcorcón , Tertulias “Entre lo divino y lo humano” de San Martín de Valdeiglesias, Asociación de teatro Sierra Oeste, y Palabras Escondidas, han llevado sus poetas, sus palabras. Y la música de Mario, Pedro, Ana Bella, Ana Theresa, Emilio y el cantante flamenco Raúl Cortés ha amenizado y dado color a una tarde mágica, en la que el pueblo de Villa del Prado ha acudido con cientos de kilos de comida y ayuda que darán alimento a más de 130 familias al mes.
Por ASEAPO vinieron Emilio Polo, Ángeles Asensio, Mari Santos Caballero, y Primitivo Oliva.
Verbo Azul participó con poemas de Ana Bella, Hortensia Higuero, Male Navarro y Rocío Ordóñez, y la magistral y emotiva interpretación de “Ojos Verdes” por Ana Bella.
“Entre lo divino y lo humano” contó con la participación de Mari Cielo Gallego.
De la Asociación Teatro Sierra Oeste vinieron Concha Salazar y Marisa Herrero.
De Palabras Escondidas Pepe Lucas Martín, Carmen Recio leyendo a Mariana Féride, Julián del Salado, Rocío Ordóñez, Concha (leída por su hijo), Juan Gañán, Diego Tello y Curro Núñez Jareño.
Y sorprendente la solicitud del padre de Raúl Cortés para que su hijo participara cantando flamenco. No nos esperábamos esto: premio de las minas (La Unión), nos erizó el alma con su canto a las madres y con dos preciosos fandangos.
Y el colofón: Mario cantando “El Reloj” mientras la poeta Hortensia Higuero bailaba el bolero con Pedro Jiménez. La ilusión de un acto que se hizo interminable por tantas personas que quisieron ayudar.