- Solicita por teléfono información relativa a medidas de seguridad en los domicilios.
- Desde Jefatura se pide extremar precauciones y “bajo ningún concepto” facilitar datos relativos a hábitos y sistemas de protección de las viviendas.
Ante las llamadas de teléfono que se vienen registrando en Valdemorillo, donde una “supuesta empresa”, de la que no se tienen más datos, solicita a los vecinos información sobre sus viviendas, toda ella relativa a las medidas de seguridad de la que se dispone en las mismas, Policía local advierte que “bajo ningún concepto” informen de hábitos, existencia de alarmas u otros dispositivos, seguros contratados y demás cuestiones relacionadas con la seguridad en el hogar. En este sentido, desde Jefatura se insiste en que pese a lo indicado en tales llamadas, en las que se apunta que éstas se efectúan de modo concertado con la propia Policía, tal extremo es “FALSO”, al no tener conocimiento de ninguna empresa que haya solicitado la oportuna autorización para ello.
Dada la improcedencia, si se desconoce exactamente a quien se informa, así como los graves peligros que entraña divulgar una información tan sensible como la relacionada con la seguridad, y al objeto de evitar riesgos, el Ayuntamiento se hace eco de esta recomendación policial, instando a la población a extremar precauciones, no facilitando en ningún caso aquellos datos que permitan orientar a los posibles delincuentes sobre cuál es el posible momento y la forma más fácil para entrar a las viviendas y cometer la actividad delictiva.
EL CORUCHILLO INGENIOSO DE LA PLAZUELA
Tríptico de sonetillos
I
En el siglo ya pasado
los niños ya trabajaban,
en cuanto el pan masticaban,
y esto sucedió en un prado.
Un galopín asustado
viendo que solo dejaban
y los amos se marchaban,
quedándose abandonado,
en su casa por ensalmo
él, sin levantar un palmo,
pero listo como el hambre;
habló del hombre del saco
de amenaza y de un atraco
y se durmió entre el enjambre.
II
A la mañana siguiente
cundió en el pueblo el rumor,
extendido en un clamor
y se santiguó la gente.
Hubo una piedad latente
¡Virgen Santa es un horror!,
“me consumo del furor,
el del saco a la pendiente”.
Se organizó una batida
perros y Guardia Civil
y hallándose a un pobre hombre
la gente más aguerrida
más brutal y más cerril
lo dejó para el descombre.
III
Después él contó de un pozo
del saco y de una navaja,
que apareció entre la paja
inventando sin rebozo.
“Dejadme a mí pidió un mozo,
que pronto le hago la caja”,
y él en la caja se encaja
muy pícaro entre el embozo.
Anises y chocolate
fue su comida del día,
¡vive Dios!, fe y alegría,
siendo al final el remate
de no volver a la trilla
ni acercarse por su orilla.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho