- ADIF aportará 50.000 € en concepto de reubicación, traslado y mantenimiento de los animales.
Si has visitado la Estación de Atocha y te has paseado por su estupendo jardín acuático habrás visto la enorme cantidad de tortugas que habitan en su estanque artificial. El número es tan grande y la situación de los animales abandonados allí tan preocupante, que ADIF (el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) ha decidido buscar el hogar más adecuado para todas ellas. Y el lugar escogido ha sido el Centro de Fauna José Peña de Navas del Rey.
Hay que recordar que el estanque de la estación ferroviaria fue originalmente diseñado para albergar flora exclusivamente, sin embargo, desde hace muchos años se puso “de moda” abandonar tortugas en un rincón que parecía pensado para ello y que poco a poco se fue poblando de más y más animales. Gracias al acuerdo firmado entre ADIF y el Ayuntamiento casero más de 300 tortugas serán trasladadas en unas semanas a la nueva instalación que se está ultimando en Navas del Rey, con el que se espera solucionar el problema generado, así como asegurar el bienestar de las tortugas.
El acuerdo firmado entre el consistorio y ADIF implica que el ayuntamiento cede el espacio, construye el hábitat internacional y asume el cuidado de las tortugas mientras que ADIF aportará 50.000 € en concepto de reubicación, traslado y mantenimiento de los animales.
Con este acuerdo el Centro de Fauna José Peña de Navas del Rey se asegura una nueva instalación dentro de su recinto y la posibilidad de mostrar a todos sus visitantes algunas especies muy diferentes de tortugas, muchas de ellas consideradas pertenecientes a las “especies invasoras” que pueblan nuestros ríos, lagos y estanques.
![EDICION IMPRESA](http://a21.es/wp-content/uploads/2024/03/A21-2024-MARZO_1-scaled.jpg")
FLORA Y FAUNA DE CENICIENTOS
Destacándose el majuelo
y la higuera con sus higos,
la encina les brinda abrigos
y les protege este cielo.
Va con su olor el romero
y su flor la blanca jara,
que en el monte se enmascara
entre el pino resinero.
Se yergue en risco el enebro
con el aliso debajo,
no dándole más trabajo
que el que imprime a su cerebro.
Surge la jara pringosa
junto a la flor del cantueso,
y entre los dos te di un beso
que me pediste jocosa.
El almendro ya explosiona
con su floresta nupcial,
almendras del almendral
prolíficas en la zona.
Castañas del castañar
y los frutos del madroño,
emergentes en otoño
cuando emerge el olivar.
Vainas de las cornicabras
donde el espárrago medra,
entre el zarzal y la piedra
por donde triscan las cabras.
La Fauna vive y los anda
y desenvuelve a su sombra,
les dan cobijo y alfombra
y alimento les demanda.
Viven liebres y conejos
y el ocelado lagarto
que las rocas les dan cuarto
y las aguas los espejos.
Vuela el águila imperial
y huye de ella el estornino,
y aparta de su camino
la perdiz del Cornetal.
Repta culebra bastarda
y corren las lagartijas,
que se infiltran por rendijas
y el sapo común escarda.
El pájaro picapinos
duerme con su picoteo
el airoso parloteo
del herrerillo en los pinos.
El zorro va con sigilo
al igual que el jabalí,
y la garduña va así
elegante y con estilo.
La urraca tan vocinglera
a la tórtola disgusta,
pues a su pollada asusta
en la Umbría conejera.
Los murciélagos se cuelgan
en la casa del Minero
y los observa un jilguero
mientras grillos se descuelgan.
Los cuervos y demás córvidos
libres vuelan por los campos
cuando el fuego de los lampos
anuncio es de truenos hórridos.
Y así entre brisas y vientos
viven la Fauna y la Flora,
día y noche y por la aurora
Flora y Fauna en Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho