¿Qué es ser de izquierdas en el siglo XXI? ¿Qué significa ser progresista siendo mujer? Antiguas y nuevas ideas forman un heterogéneo conglomerado del que se nutre la izquierda de hoy, cuando los problemas concretos de varios sectores de la sociedad cobran especial protagonismo. El feminismo, el movimiento ecologista, la lucha contra la xenofobia, las demandas de los jubilados y otros colectivos desfavorecidos son reivindicaciones que podrían englobarse en el ideario de cualquier partido de izquierda.
El mundo laboral fue otro de los temas tratados causando discrepancias entre los asistentes ante la realidad de sufrir represalias en el trabajo por identificarse con determinadas posiciones ideológicas. La reciente pérdida de derechos de los trabajadores, especialmente entre las mujeres, fue otro de los datos destacados.
La reciente huelga del 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, fue otro de los puntos abordados en la reunión, destacando la fuerza de esta necesaria movilización y el amplio consenso en que hay que seguir trabajando hasta que no sea necesario celebrar esta efeméride.
Para finalizar el acto, se pidió una última reflexión y mensaje que completó este enriquecedor encuentro político de estas mujeres y muchas más de izquierdas, tan imprescindibles para la configuración de una sociedad más justa e igualitaria entre todas y todos.
LA TÍA RAIMUNDA
Por la Plazuela pasaba
y el borrico la precede,
y en el pescuezo colgaba
una esquila que sonaba
en la cuadra a la que accede.
Siempre triste y enlutada
y silenciosa se mueve
cuando va en la madrugada
con atavíos de helada
y el frío no se conmueve.
Por los pueblos del contorno
vendía su pacotilla,
y en su cansado retorno
era siempre en el entorno
ver al marido en la silla.
Paralítico impedido
de ejercer ningún trabajo,
estaba siempre invadido
de un furor incontenido
que practicaba a destajo.
Y ella le montó un negocio
para poder mantenerse,
y sin saber que era el ocio
años de pobreza y bocio
él comenzó a rehacerse.
Pipas, chicles, caramelos,
vendía el hombre en la puerta
y vivía unos desvelos
y entre muchachos consuelos
siempre con la puerta abierta.
Para acceder a la casa
había previo un corral
y un perrito que acompasa,
y la vida se la pasa
a la sombra de un parral.
De muchachos gran trasiego
con perras en el bolsillo
llevar a veces sosiego
y las más desasosiego
sin nos daba el tabardillo.
Y mientras tanto Raimunda
va por caminos de Dios
con su tristeza profunda
y en lo triste la secunda
su borrico que va en pos.
¡Almas que venís al mundo
marcadas por un estigma
donde un misterio profundo
os marca un paso infecundo
como prueba del enigma!
Y aquella mujer tan buena
bajó en silencio a la tumba
sin hijos en la cadena,
y su recuerdo me apena
y en olvido no sucumba.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
PAULINA
Siempre vivaz y risueña,
de espíritu bailarín,
su vitalidad sin fin
la hace grande y es pequeña.
De la alegría se adueña
como el sol de la colina,
y con ella la neblina
que a veces cubre a las Peñas,
abatida entre las breñas
se ha postrado ante Paulina.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA GUARDIANA DEL HUERTO
Si tu habilidad de hortelana flota,
y tu espíritu está aquí y permanece,
ni la hoja, ni la planta se adolece,
ni el ábrego, ni el hielo la derrota.
Si en su ambular el céfiro se agota,
y sobre aquí benéfico amanece,
Ángela será, quien reaparece
desde la vida eterna tan remota.
Porque a través de ti la vida sigue,
encarnada en tus hijos y en tus nietos,
y es la materia lo que se agusana
y tu enseñanza sobre mí prosigue,
¡madre!, pídele a Dios en sus decretos
que del huerto sea tu alma guardiana.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
MARÍA PILAR ZURDO DÍAZ
Donde quiera que estés,tu recuerdo va conmigo, amiga.
Fue una corucha preclara
que se nos fue prontamente,
de privilegiada mente
fugaz como el agua clara.
Pese a que poco durara
su recuerdo es imborrable
y es deber indeclinable
que te recuerde el amigo
que participó contigo
en un tiempo memorable.
A pesar de sus dolores
y su permanencia en cama
era del roble una rama
del árbol de sus amores.
Operaciones y horrores
soportaba su columna
y ella como buena alumna
era estoica en su estoicismo
de un singular heroísmo
de la de Hércules columna.
Profundamente creyente
su esperanza la cifraba
en la Virgen que la amaba
y en el fervor de su gente.
Ingeniosa y ocurrente
y rodeada de amigos
espectadores testigos
de su sonrisa radiante,
y ser de la vida amante
y amapola de los trigos.
Y cuando entró en la agonía
y vio a la muerte de cerca
vio a sus pinos de La Alberca
y a su arroyo de agua fría.
Y la Muerte que venía
resuelta con su guadaña
en la silla de espadaña
se sentó, y con gran respeto
le susurró en un secreto:
-¡El llevarte a ti me daña!
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
ME DICES SIEMPRE ENCANTADA
Me dices siempre encantada:
“¡Qué bien a la letra rimas,
cómo la pules y limas
dentro del verso engastada!”.
Toma pues mi enamorada,
con laurel, mirto y canela
a la luz feble de vela
cuando apunta la mañana
con mi beso en la ventana
te regalo esta espinela.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho