- El diputado socialista y alcalde de Ceberos reivindica la conexión entre Ávila y Maqueda por autovía como infraestructura prioritaria.
Pedro Muñoz ha pedido compromiso y agilidad para el avance del proyecto de la A-40, tras recibir respuesta del Gobierno, “de la que se extrae que se trata de una infraestructura que tardaremos en ver”.
“Desde hace casi un año, concretamente desde que se sometiera a información pública el estudio informativo de esta vía, publicado en el BOE el 11 de marzo de 2017, el proyecto sigue estancado en el informe de alegaciones para remitir el expediente completo al Ministerio de Agricultura y que se formule la declaración de impacto ambiental. A partir de entonces, y aun cumpliendo con tramitación pertinente en tiempo y forma, la carretera no será una realidad en el corto plazo”.
El diputado abulense insiste en que “la autovía A-40 para conectar Ávila con Maqueda es de absoluta e imperiosa necesidad para esta provincia, no sólo para mejorar la seguridad en una vía con un importante volumen de tráfico, sino para conseguir un impulso económico y conseguir una entrada por vía rápida con el sur de Madrid”.
El diputado socialista no comparte el castigo al que el Partido Popular somete a esta provincia y reitera que “los socialistas seguiremos luchando por contar con unas comunicaciones dignas, con financiación y plazos”.
DON CAMILO JOSÉ CELA A SU PASO POR CENICIENTOS
Venía desde Cebreros
cargado con su mochila,
siguiendo el cantar de esquila
de los coruchos cabreros.
En día de primavera
de estallido de las flores
y explosión de los colores,
don Camilo en Corredera.
Subiendo la calle arriba
hizo arribada en la plaza,
y se sentó en la terraza
bajo el sol que al suelo criba.
Ante una mesa del bar,
que se hallaba solitario,
faenando el vecindario
no tardó con quien parlar.
Se fue arrimando el barbero
ante la escasez de clientes,
hurgándose entre los dientes
y en las manos un babero.
Al cabo vino un labriego
con un azadón al hombro,
de remover un escombro
que obstaculizaba el riego.
Don Camilo pidió vino
perentorio al tabernero,
que se arrimó parrandero
con jamón y con tocino.
Trabada conversación
don Camilo averiguó,
porque lenguas desató
para escribir memorión.
Que nos llamaban “coruchos”,
gentilicio que sabemos,
enorgullece y queremos
en salud y en arrechuchos.
Que nos decían “patanes”,
por los pueblos del contorno,
sin cuidado en el adorno
e íbamos hechos adanes.
Que nos tildaban “cenizos”,
hábiles cultivadores,
excelentes viñadores
y a veces púas de erizos.
Y con esta información
se encaminó don Camilo,
cavilando que cavilo,
a escribir su narración.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho