- El índice de sobrepeso y obesidad es del 12,1% en el municipio y de casi un 30% a nivel nacional.
Este curso escolar se cumplen diez años de la puesta en marcha, por parte del Ayuntamiento, del Programa Municipal de Prevención de la Obesidad Infantil. Uno de los pilares de dicho programa son las mediciones del Índice de Masa Corporal (IMC) de los alumnos del municipio con edades comprendidas entre los 3 y los 12 años. Con dichas mediciones se viene elaborando un estudio longitudinal que sirve para conocer la situación real (determinar las prevalencias de sobrepeso y obesidad en la población infantil) y dar a las familias la información para poder actuar, en colaboración con los pediatras del centro de salud.
“A lo largo de estos años se ha conseguido detener la progresión, y lo que es más importante, reducir dichas cifras pasando de un 15,08%, en 2007, a un 12,1% en la actualidad, situando a Villanueva de la Cañada muy por debajo de la media nacional donde el índice de sobrepeso y obesidad está en torno al 30%”, explica el concejal de Salud y Bienestar Social, José Manuel Ávila.
El Programa Municipal de Prevención de la Obesidad Infantil se enmarca en la Estrategia NAOS del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y comparte objetivos de la Estrategia de Prevención y Promoción de la Salud del Sistema Nacional de Salud, a la que Villanueva de la Cañada está adherida.
Personalizado
El seguimiento personal de la evolución de todos y cada uno de los alumnos participantes es uno de los valores de este proyecto. La información de cada uno de ellos se recoge en un informe que el Ayuntamiento envía a las familias cuya confianza en el programa es cada vez más alta, como lo demuestra el hecho de que un mayor número de padres autoricen las mediciones. “En la actualidad, se llevan a cabo sobre más de 2.800 alumnos matriculados en centros educativos públicos, concertados y privados. Es por ello que Villanueva de la Cañada se ha convertido en un referente a nivel nacional”, señala el edil.
Medidas y actuaciones complementarias
A lo largo de los años, el Ayuntamiento ha ido incorporando otras medidas complementarias, como por ejemplo del perímetro de cuello o cintura, que ayudan a hacer valoraciones más precisas cuando los datos del IMC no son suficientes. En algunos cursos (4.º, 5.º y 6.º de E. Primaria) se hacen también estudios más exhaustivos: encuestas de hábitos alimentarios, un registro de la actividad física y utilización de TICS, que junto con la utilización de acelerómetros, ayudan a tener una idea más acertada de los motivos por los que los escolares pueden tener sobrepeso u obesidad (hábitos alimentarios y/ o sedentarismo).
Por otro lado, a las mediciones se unen otras iniciativas destinadas a promover cambios saludables en el estilo de vida de la población: desayunos y comidas saludables, talleres del gusto, celebración del “Frutellón”, elaboración de guías, etc.
LAS MERIENDAS DE MI NIÑEZ
El pan untado en aceite,
o con azúcar y vino,
o jamón de abrir camino
a una niñez sin afeite.
Las libras de chocolate
grueso y con sabor a tierra
de los años de posguerra
nos servían de acicate.
Y del pan eran canteros
de aquellos panes morenos
de trigos y no centenos
de los padres jornaleros.
En las orzas la matanza,
y colgados los chorizos
en los humildes chamizos
con atisbos de mudanza.
Sin muchachos panzurrales
que ahora llaman obesos,
los bocadillos de quesos
comidos por andurriales.
Y la carne de membrillo
con el pan y sus tarugos,
y también con los mendrugos
nos daban vigor y brillo.
Con patadas a un balón
con el chorizo en la mano,
en un vivir espartano
daba impulso al corazón.
Y las sardinas saladas
y mordiscos a los nabos,
y no dejar ni los rabos
del tomate en ensaladas.
Meriendas que en mi niñez
entre coruchos austeros
no oía estos desafueros
¿o influyó mi candidez?
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho