El 14 y 15 de junio, la localidad de Villa del Prado ha celebrado su Feria de la Huerta y el Vino. En esta edición de 2025 han participado 12 bodegas, 10 de la Comunidad de Madrid y dos de Castilla-La Mancha, además de diversos puestos de otros productos. Mieles de Castilla y León ha sido el stand invitado de este año, en el que más de 3.000 personas han asistido al evento. Del sector hortícola viven en Villa del Prado unas 500 personas, contando puestos directos e indirectos. En la imagen de portada, Ángel de Oteo, director General de Agricultura, Ganadería y Alimentación, junto a la alcaldesa, Belén Rodríguez Palomino, inaugurando la Feria.
La ley del Oeste
No vamos a negar que los Estados Unidos nos han servido a todos los países del mundo occidental como arma disuasoria para salvaguardar nuestra integridad territorial, intimidando a posibles agresores, dado el músculo militar americano. Tampoco llevamos la contraria a la OTAN cuando pide que hagamos todos un esfuerzo económico para que la alianza sea sostenible y no recaiga todo el peso en los hombros de la superpotencia. Aceptemos que vamos a recortar partidas presupuestarias que estaban destinadas a asuntos sociales para estar bien defendidos en caso necesario.
También podemos dar por bueno que el presidente español, en plena crisis por los casos de corrupción que le sobrevuelan, haya querido desviar la atención echando un pulso con Donald Trump respecto al presupuesto de Defensa. Parece ser que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha otorgado flexibilidad a España para no tener que llegar al 5 % del PIB en gasto militar, como han acordado el resto de los socios, y dejarlo en un 2,1 % en el caso español. Ello ha acarreado diversos improperios y amenazas hacia España por parte del presidente norteamericano, cosa más que usual, por otro lado.
Lo que no puede siempre ser asumido es el papel de los EE.UU. en la geopolítica posterior a la Segunda Guerra Mundial. Amparándose en la lucha contra el comunismo, ha bombardeado 27 países distintos desde 1945, siendo el único de la historia que ha empleado armas atómicas contra la raza humana (Hiroshima y Nagasaki).
En incontables ocasiones los motivos de sus actuaciones militares han sido económicos sin el más mínimo recato. El petróleo ha estado detrás de sus acciones bélicas una vez sí y otra también a pesar de esgrimir la defensa de los valores de la libertad y la democracia.
El caso más reciente ha sido el enfrentamiento contra Irán, en alianza con el estado de Israel. Desde 1995 llevan los hebreos advirtiendo de que los persas están preparando armas nucleares, al igual que se nos contó lo de las “armas de destrucción masiva”, cuando occidente atacó Iraq. Sea cierto o no que los ayatolas estén preparando la bomba, hay otros países también de religión musulmana como Pakistán que ya la tienen y nadie ha dicho nada. Parece ser que es el Tío Sam quien ha de dar permiso para poseer esa capacidad destructiva.
Las verdaderas razones de un enfrentamiento tan breve como el de EE.UU. e Israel contra Irán, no podemos aún conocerlas al detalle. Algunos sugieren que con estas acciones desvían la mirada del genocidio palestino en Gaza y que cada vez falta menos para que el sionismo anexione definitivamente la franja. Mientras, el pistolero del pelo naranja reta a todos los que le llevan la contraria esgrimiendo su pistola. La ley del oeste.