![](https://a21.es/wp-content/uploads/2024/06/Abubilla-1-scaled-250x180.jpg)
Un ‘¿sabías que…?’ sobre la flora y fauna de la Sierra Oeste.
¿Sabías que hay aves que recorren miles de kilómetros en sus viajes migratorios?
Los monitorajes llevados a cabo sobre las especies migratorias nos dan información sobre sus viajes, permitiéndonos ver cómo se baten récords de vuelo sin paradas, de altitud o de kilómetros acumulados a lo largo de la vida de las aves.
España se incluye en uno de los principales corredores migratorios del mundo y nuestra comarca acoge a multitud de especies que vienen criar.
El pasado 11 de mayo se celebraba el Día Mundial de las aves migratorias y tal reseña dice mucho sobre el valor que debemos dar a un evento, el migratorio, de tal magnitud. Como curiosidad, hay que decir que este día internacional se celebra dos veces al año, los segundos sábados de mayo y octubre. Y es debido, precisamente, a los dos grandes movimientos migratorios que se suceden anualmente.
Los procesos migratorios de las aves son verdaderamente fascinantes. Cada año, millones de aves alrededor del mundo emprenden largos viajes en busca de mejores condiciones climáticas, lugares de reproducción o fuentes de alimento. Estas migraciones pueden abarcar miles de kilómetros y requieren de una increíble adaptación y resistencia por parte de las aves.
Durante la migración, las aves se enfrentan a numerosos desafíos, desde la búsqueda de rutas seguras hasta la necesidad de encontrar alimento y descanso en el camino. Algunas especies migratorias son conocidas por cruzar continentes enteros e inclusos océanos para llegar a sus destinos. Este proceso es crucial para su supervivencia y reproducción, como individuo y como especie, ya que les permite escapar de condiciones climáticas extremas y aprovechar los recursos estacionales en diferentes regiones.
La migración de las aves está influenciada por una variedad de factores, incluyendo la genética, el instinto, la disponibilidad de alimento, la duración del día y las condiciones climáticas. Muchas aves migratorias siguen rutas específicas que han sido desarrolladas a lo largo de generaciones, lo que les permite maximizar sus posibilidades de éxito durante el viaje.
Además, las aves migratorias desempeñan un papel crucial en los ecosistemas que atraviesan. Al transportar semillas y contribuir a la polinización de las plantas en diferentes regiones, ayudan a mantener la diversidad biológica y el equilibrio natural. Su presencia en distintos hábitats también puede ser indicativa de la salud de esos ecosistemas.
Sin embargo, se enfrentan a numerosas amenazas durante su viaje, incluyendo la pérdida de hábitat, la contaminación, la caza, legal e ilegal, y las colisiones con estructuras humanas como edificios, parques eólicos y tendidos eléctricos. La conservación de estas especies y sus hábitats es fundamental para garantizar su supervivencia a largo plazo.
Rutas migratorias
De todos los corredores migratorios que existen, también llamados corredores aéreos, nos centraremos en el que une África con Eurasia, donde la Península Ibérica desempeña un papel de suma importancia. Y es que, por su situación geográfica, el paso del Estrecho actúa como principal puerta de entrada, uniendo lugares de cría y de escala de miles de aves migratorias.
Del continente africano nos llegan multitud de especies que vienen a criar a nuestro entorno. Sin duda, la especie más conocida es la golondrina común (Hirundo rustica). Su época reproductiva y de cría va desde mayo hasta agosto. Durante los meses de octubre a diciembre ocupan áreas de invernada, migrando hacia el sur buscando ambientes más cálidos. La preciosa tórtola europea (Streptopelia turtur), pasa el invierno al sur del Sahara y algunos ejemplares nos visitan durante los meses de marzo y abril. Una de las migraciones más largas las realiza el autillo europeo (Otus scops), que a pesar de ser la rapaz nocturna más pequeña, realiza su viaje estival desde el sur de África y podemos verlo, perdón, podemos oírlo en las noches durante los meses de marzo a septiembre.
Abejaruco, cuco, águilas calzada y culebrera, oropéndola, ruiseñor, abubilla, milano negro, contribuyen a un largo etcétera de especies que nos visitan en verano y su presencia en el entorno de Valdemorillo, es más que notable, precisamente por reunir las condiciones necesarias para un alto en el camino y/o para el establecimiento de lugares de cría.
Aves de récord
La monitorización de ejemplares de ciertas especies migratorias recoge datos ciertamente sorprendentes. Un ejemplar de aguja colipinta recorrió 13.570 kilómetros sin descanso para los que empleó 264 horas de vuelo, toda una hazaña para un ave que no excede de los 300 gramos. El charrán ártico, con sus escasos 100 gramos de peso, realiza el viaje migratorio más largo y se calcula que a lo largo de su vida, recorrerá unos 800.000 kilómetros. Son muchos los ejemplos de aves que baten récords y es, en parte, gracias a las múltiples adaptaciones que cada una de ellas, como especie, es capaz de desarrollar en su organismo.
En resumen, los procesos migratorios de las aves son un ejemplo asombroso de adaptación y resistencia en el reino animal. Su capacidad para atravesar grandes distancias en busca de mejores condiciones demuestra la increíble diversidad y tenacidad en la lucha por su supervivencia.
![](http://a21.es/wp-content/uploads/2023/11/logo_verdemorillo_vertical-580x580.png)
Verdemorillo es una asociación ecologista vecinal que actúa para preservar la biodiversidad de la comarca de Valdemorillo desde tres frentes: la divulgación, la denuncia y la realización de proyectos de conservación. Si deseas saber más sobre este u otros temas entra en www.verdemorillo.org
Texto y fotografías: Chema Iniesta Camarena, educador ambiental y miembro de Verdemorillo.