
En el momento en que escribo, se está celebrando en Madrid el 21º Congreso de la Asociación española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), que tiene lugar del 20 al 22 de febrero de 2025 con motivo del 25 aniversario de su fundación y donde, como tema principal del congreso, han abordado la cuestión que nos ocupa hoy.
El presidente de la AEPap, Dr. Pedro Gorrotxategui, ha hablado para multitud de medios de comunicación, trasladándoles las causas que los pediatras entienden como responsables principales del problema, tras realizar un estudio actualizado y pormenorizado de la situación real de la pediatría en nuestro país (los datos anteriores eran del estudio de 2018).
LOS DATOS (Fuente AEPap):
– A día de hoy, hay 1,9 millones de niños (menores de 14 años) sin pediatra asignado, de los cuales al menos 600.000 no tienen ningún médico que les atienda (lo que supone un aumento de 360.000 con respecto a 2018).
– Hay muchas plazas sin especialista, reducciones de jornada sin cubrir, y otras muchas cubiertas por médicos no especialistas, por lo que se estima que se necesitan al menos: 2.130 pediatras más en España (hay un déficit de un 32 %), mientras que en 2018 el déficit era de 1.729 (es decir, un 26 %):
Castilla la Mancha lidera el ranking con un déficit del 57,8 %, mientras que la comunidad que menos déficit tiene es Cantabria con un 2,5 %. (en Madrid el déficit es de un 35 %: faltan 332 de 1006 que debería haber).
Esto es así, a pesar de que se ha aumentado un 36 % el número total de plazas de pediatría en España.
El problema, es que se ha hecho a expensas de aumentar las plazas hospitalarias, en detrimento de las de Pediatría de Atención Primaria.
La Comunidad autónoma que más ha aumentado las plazas de pediatría hospitalaria ha sido la CAM (35 %), seguida de Cataluña, Baleares, C. Valenciana y Murcia (las que mayor exceso de pacientes asignados por pediatra tienen curiosamente).
Este enfoque aumenta el Gasto Sanitario Hospitalario, mientras desciende cada vez más el Gasto sanitario en la ya depauperada Atención Primaria, alimentando un “circulo perverso” de destrucción progresiva de la pediatría en este ámbito, y a la vez, aumenta el deterioro de la calidad de la atención a la Salud Infantil y el pronóstico de salud futura de nuestros niños (ver imagen).
En Madrid, alrededor de un 50 % de los pediatras tienen asignados más de 1.000 pacientes (cifra que se considera el ratio máximo ideal para una correcta atención a la salud infantil). En concreto, al menos más de 20 centros de salud superan incluso los 1.600 niños por pediatra cuando no carecen directamente de él, como es el caso en nuestro distrito de Navalcarnero, con 5 pediatras para 8.050 niños (1.610 por pediatra), o San Martín de Valdeiglesias, con 0 pediatras para 1.609 niños.
Si se concentran las plazas de pediatría en el hospital y no se aumentan las plazas en Atención Primaria: “Tener un pediatra en Atención Primaria se convierte en un derecho no garantizado. Se están cargando la Atención Primaria” (Dr. Gorrotxategui).
LAS CAUSAS:
Teniendo en cuenta los datos anteriores, se pueden extraer unas cuantas conclusiones, que explican de forma muy preocupante, porqué los pediatras que se forman cada año en nuestro país (que son más cada vez por el aumento de las plazas MIR convocadas por el Ministerio de Sanidad) NO ELIGEN LA ATENCIÓN PRIMARIA PARA EJERCER SU PROFESIÓN (solo un 25 % de media en España y menos de un 15 % en Madrid, Cataluña y Valencia):
1.- La formación MIR de los pediatras se realiza casi exclusivamente (93 %) en el Hospital (no rotan apenas por Atención Primaria ni hacen guardias rurales).
2.- Las consultas tienen (en un alto porcentaje) más de 1.000 niños asignados por lo que tienen altas demandas muy poco atractivas.
3.- Como hay muchas plazas sin cubrir (ya que no se cubren las ausencias por baja laboral, reducción de jornada, jubilación o vacaciones), y también muchos niños sin pediatra asignado que no pueden ser atendidos, cuando enferman tienen que ser vistos por los pocos pediatras que sí están ocupando sus plazas. Esto dispara (aún más) las cifras de demanda y retrasa el tiempo de espera para conseguir una cita programada (las urgencias del día a día lo ocupan casi todo)… y por ello, las pocas plazas que se cubren son aún menos atractivas para los especialistas recién formados.
4.- Los pocos que sí han escogido la Atención Primaria, en estas condiciones, acaban claudicando y abandonándola en cuanto tienen la oportunidad… y huyen a otras plazas, en otras CCAA menos tensionadas o a hospitales, e incluso a la medicina privada, lo que agrava el déficit ya de por sí escandaloso.
El sistema se acaba resintiendo en su conjunto, ya que los niños que no pueden ser atendidos en la consulta de pediatría, acaban acudiendo a los Servicios de Urgencia extrahospitalarios PAC (en los que no siempre hay un médico desde la “desestructuración” del 27 de octubre de 2022, y en el caso de haberlo, NO ES UN PEDIATRA).
Esto sobrecarga estos dispositivos, algunos de los cuales atienden a una ingente cantidad de urgencias cada día, en algún caso de mucha gravedad, e incluso vitales, lo que hace que también puedan tardar en ser atendidos.
Si no pueden ser atendidos en los PAC, acabarán acudiendo a las Urgencias Hospitalarias, sobrecargándolas de cuadros banales en su mayoría (por suerte) que podrían haber sido atendidos en Atención Primaria en otras circunstancias, o cuyas complicaciones (en caso de que se produzcan) se deben a la demora en recibir la valoración de su pediatra de Atención Primaria.
¿HAY SOLUCIONES?
“La AEPap junto con otras sociedades de pediatría como la AEP y la SEPEAP están consensuando propuestas de medidas a exigir, como por ejemplo:
– Cambios en la formación MIR que favorezcan la Pediatría de Atención Primaria.
– Cambios en la distribución de plazas.” Teniendo en cuenta el hecho de que la Atención Primaria resulta más barata, es una medida que considero muy inteligente, pero claro… no da grandes titulares en los medios ni ayuda a la consecución de votos o beneficios clientelares.
Mientras tanto, nuestros niños siguen siendo los que pierden, y nuestro futuro el que está un poco más en riesgo cada día que pasa, aunque no queramos verlo.
Más de 700 pediatras de Atención Primaria reunidos en este 21º Congreso, con los datos científicos sobre la mesa, no pueden ser ignorados. No hablan de política, hablan de la salud de nuestros hijos y nietos, merecen que se les tenga en cuenta desde todas las instancias. Saben de lo que hablan.
María Isabel de Barrio Tejada, médico rural y de Urgencias extrahospitalarias.