
- Sensatez y profesionalidad en la Sierra de Madrid.
- Por Pierre Garní.
Da cierta satisfacción, sobre todo personal, cuando uno reserva en un restaurante al que se le supone cierto prestigio y al llegar al lugar, es realmente lo que se respira, orden, pulcritud, buenas maneras y profesionalidad, ingredientes entre otros, necesarios para llegar a merecer ese supuesto prestigio. Pues bien, esto es lo que sucedió al llegar al restaurante La Rueda en El Escorial, lugar en el que teníamos nuestra reserva.
Establecimiento amplio con gran número de mesas y distribuidas entre terraza, terraza cubierta, comedor en planta baja y comedor en plata alta. Nos ubicaron en terraza de verano, donde estábamos francamente bien, en una mesa bien vestida y muy bien equipada.
Tras echar un vistazo a la carta —una carta amplia, bien construida y muy bien informada—, nos decidimos por un picoteo y un principal. Tras unas cervezas y dos vermús, este elaborado en el propio municipio y de marca La Villa muy aceptable, llegaron nuestras primeras viandas; unas piparras frescas bien fritas, una ensalada muy vistosa de remolacha y bonito en escabeche, este último completamente casero y bastante rico y por último unos buñuelos de morcilla (más bien morcilla sin piel en tempura) que estaban gustosos. Los principales se correspondieron con una ventresca de bonito, fresquísima y de punto irreprochable, medio pargo a la plancha con su bilbaína, de buen sabor y buena factura, un rodaballo rico y muy bien de punto y un solomillo de vacuno de tamaño, sabor y punto intachables. Todo esto lo regamos con una botella de La Bruja de Rozas del 2020, muy bueno, en la línea de la bodega y a precio muy razonable. Con los postres, se sucedieron los aciertos junto a algún fracaso; rica la leche frita, bueno el tocinillo de cielo, abundante y agradable el milhojas de crema y fallido y confuso el apfelstrudel, una especie de pastel de masa correosa y mal construido. Pan bueno y café a la altura. Servicio muy profesional y establecimiento en estado impecable. Los motivos para volver están más que justificados y el boca a boca positivo y más que merecido. ¡Buenas tardes y buena suerte!