
El alcalde de Robledo de Chavela, Fernando Casado, ha hecho un balance muy positivo de las Fiesta Patronales que hoy concluyen. La apuesta por las orquestas y tributos, como Queen y Fito, ha sido todo un acierto y especial mención merece Panorama que logró meter en La Pasadilla a unas 20.000 personas el pasado viernes. “Más de tres horas de concierto que cautivó a los asistentes más que cualquier otro concierto de artistas consagrados que han pasado por la localidad” destacó Casado.
Asimismo, el resto de actividades han tenido una gran afluencia y participación en donde la programación fue, una vez más, muy aceptada por vecinos y visitantes. Hoy lunes se han tenido que cancelar la mayoría de las actividades matinales y vespertinas debido a las inclemencias meteorológicas manteniéndose, de momento, la caldereta popular y la orquesta para esta noche.
“Nuestras fiestas siguen siendo todo un referente en la Comarca y prueba de ello ha sido la afluencia de gente que ha venido, tanto de fuera como del propio municipio. Agradecemos a todas las personas que han colaborado para que, un año más, las fiestas hayan salido como se merecen. Me refiero a las peñas, equipo de obras del Ayuntamiento, policía local, guardia civil y protección civil” declaró Concepción Herranz, edil de Festejos en Robledo de Chavela.
QUINCE DE AGOSTO EN CENICIENTOS
Alegra el toque de diana
del cohete el estallido
en la matinal jornada,
se mezclan silencio y ruido.
Vuelven los trasnochadores
al refugio de la cama,
y los más madrugadores
al sol que rayos derrama.
Churros venden en la plaza
y se forman largas colas,
todo el mundo mete baza
y se crea un fragor de olas.
Colgadas las serpentinas
ondean multicolores,
mezclándose golondrinas
con sus vuelos bienhechores.
Después toca acicalarse
para asistir a la misa,
es día de engalanarse
profusamente y sin prisa.
Es costumbre estrenar algo
rayano en la tradición,
“¡ tanto tengo y tanto valgo!”,
como en una exposición.
En la iglesia no se cabe
con tanta aglomeración,
caras de quien nadie sabe
vástagos coruchos son.
Gentes que un día se fueron
abandonando sus casas,
los edificios se hundieron
y no quedaron ni brasas.
A la par surgen preguntas,
“¡ yo te saco por la pinta,
esas cejas cejijuntas
recuerdan a la Jacinta!”.
Hechas las presentaciones
todos se hacen amigos,
se reviven emociones
y entra el sol, por los postigos.
Luego la Virgen bendita
es sacada en procesión,
y hay quien se enardece y grita:
“¡ Madre imparte bendición!”.
La fe del pueblo es así:
serena, parca y sencilla.
Lo mismo me ocurre a mí
y esta fe me maravilla.
Ramos de albahaca llevan
que perfuman el ambiente,
y a la Virgen los elevan
y los aspira sonriente.
Después hacen una puja
para llevarla a la ermita,
y el adinerado empuja
y el malestar se concita.
La comida es en familia
todos en torno a la mesa,
familiares reconcilia
cuando hay visita sorpresa.
Luego vamos a los toros:
aquí somos muy taurinos.
Hay peñas, cantos sonoros
y de los mejores vinos.
Y como se suscita el hambre
al terminar la corrida,
aplacamos su calambre
en la mesa abastecida.
Las fuentes con los jamones,
a darles fin nos emplaza
en el aire las canciones,
y los bailes en la plaza.
La Virgen a toso une,
en este quince de agosto
y a desunidos reúne
a un bajo precio de costo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA PROCESIÓN DE LA VIRGEN
Con calor y sudor la puerta abierta,
la iglesia abarrotada no se cabe,
la Virgen flor de nardo aguarda y sabe
que a Cenicientos llama y lo concierta.
Sale la procesión gente a la puerta
sin una sola voz que no la alabe
ni una mano que la albahaca acabe,
quedando el huerto y la mata desierta.
Por calles previamente engalanadas
la Virgen se abre paso y se encamina
con el niño en las manos enlazadas,
y el pueblo que en redor se arremolina
vitorea, jalea y da palmadas
a su Virgen del Roble luz divina
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA ALBAHACA DE CENICIENTOS
La albahaca que perfuma
las calles de Cenicientos,
expresa los sentimientos
con la fe que se consuma.
Todo corucho se suma
y acompaña en procesión
su Virgen entre emoción,
y albahaca lleva en mano
donde el pueblo es soberano
de guardar la tradición.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho