Publicada el 02 septiembre 2025.
- XXV Torneo Tenis Sierra Oeste / XXIII PremioRobledo de Chavela.
- Carlos Mansilla ganó el cuadro histórico y se rindió homenaje al local José Vega.
Uno de los más laureados jugadores veteranos del mundo, Javier Molina, fue el campeón del XXV Torneo popular y benéfico Sierra Oeste, XXIII Premio Robledo de Chavela, celebrado en la urbanización Canopus.
Molina regresaba a Robledo 44 años después de su victoria en el extinto torneo del Chavela y dominó con suma autoridad la competición Estrella Canopus, imponiéndose en la final al sanlorentino Álex Cano, en el tie-break de ambos sets.
El ganador se llevó el premio del centenario restaurante Santa María, de Santa María de la Alameda, y se convirtió en el decimotercer campeón en la historia del torneo Canopus-Robledo, siendo el séptimo madrileño en conseguirlo. En su trofeo representativo de Robledo estaban inscritos los nombres de todos los campeones precedentes.
Cano accedió al premio Dunlop-Ayuntamiento de Robledo, tras certificar su tercer subcampeonato en esta cita, después de los conseguidos en 2016 y 2009, y de haber finalizado en cuarta posición en la edición de 2004.
La final por el tercer puesto se la llevó el abulense Luis Chía en una espectacular remontada en el súper tie-break ante el madrileño Carlos Mansilla, quien cuajó un gran encuentro hasta los últimos puntos. Chía se llevó el premio de degustación de la Terraza de Espacio Herrería de San Lorenzo de El Escorial y Mansilla el del café-bar Premier de Robledo.
Dani Lavalle impuso su calidad en la final por el quinto lugar, venciendo al veterano Pepe Verdeguer. No pudo optar a esa quinta plaza el que fuera primer subcampeón del torneo, Manuel Nogales, ya que se lesionó en el encuentro de cuartos de final ante Mansilla, en el que acabó retirándose tras una brillante actuación. Séptimo acabó el joven Jaime Vinuesa, que fue la revelación.
La final por la novena plaza se la ganó Alberto Yagüe a Paco Lavalle, mientras que la del undécimo puesto no se pudo disputar y optó a esa posición Enrique Vinuesa.
Era la primera vez en la historia del torneo que coincidían en el mismo cuadro dos padres y dos hijos, los Lavalle y los Vinuesa, por lo que se llevaron una mención especial.
Comunicado final
El programa del evento también incluyó una competición exprés de tenis histórico, bajo el sello de España se Mueve (Madrid se Mueve), con raquetas de entre 1993 y 1999, que ganó Mansilla con autoridad, empuñando una Dunlop de 1996.
Paradójicamente dos jóvenes, como Jaime Vinuesa y Jaime Poyatos (en su debut tenístico), finalizaron segundo y tercero con la tercera generación de la Babolat Pure Drive y con la Dunlop Tournament Pro de 1998, respectivamente. Verdeguer (Fischer) y Vinuesa sénior (Babolat) completaron el top cinco.
En el homenaje al veterano tenista local José Vega, campeón de este torneo en 1993 y 1994, intervinieron Molina y Nogales. Molina por ser rival de Vega en Robledo hacía más de cuatro décadas, y Nogales por haber disputado a Vega la final de Canopus en 1994. Ambos protagonizaron un saque de honor en tributo a José, quien se situó entre ambos. Para este saque, la organización facilitó una Dunlop Max 200G de McEnroe y Graf de los años 80, la serie especial de esta de la segunda década del siglo XXI y la recién presentada (en el Open USA) edición limitada CX200.
Los tres jugadores fueron galardonados por la organización y el Ayuntamiento de Robledo de Chavela.
Como de costumbre, en la espléndida ceremonia de premios, se rindió tributo al desaparecido compañero de organización Paco Fernández Jubera, en la undécima edición de su memorial.
El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Robledo Rubén Herranz acudió a las semifinales del torneo; mientras que la entrega de premios estuvo presidida por el edil de Festejos y segundo teniente de alcalde Alejandro Velayos, quien estuvo acompañado por el presidente de Canopus Javier Rodríguez.
Una vez más, la organización del torneo llamó la atención por la calidad del acontecimiento, que se realiza en favor de las campañas de la Asociación Madrileña de Ayuda a la Infancia, Amaif (desde 2007) y del instituto España se Mueve (desde 2014).
Entre los servicios ofrecidos a los participantes se hallaban: seguro de accidentes y responsabilidad civil, piscina, vestuarios, Dunlop Fort como pelota oficial, Coca-Cola como avituallamiento, plátanos canarios, agua termal de refresco en pista y botiquín. En la entrega de premios, todos los participantes recibieron una docena de regalos, entre ellos, algunos propios de grandes torneos internacionales. En el Torneo Sierra Oeste, Premio Robledo de Chavela, Estrella Canopus, Memorial Paco
Fernández Jubera, han tomado parte, a lo largo de la historia, jugadores procedentes de Alemania,
Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Países Bajos, Rumanía, Venezuela, Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, La Rioja, Comunidad Valenciana y de más de una veintena de municipios de la Comunidad de Madrid.
COMUNICADO final
El programa del evento también incluyó una competición exprés de tenis histórico, bajo el sello de España se Mueve (Madrid se Mueve), con raquetas de entre 1993 y 1999, que ganó Mansilla con autoridad, empuñando una Dunlop de 1996.
Paradójicamente dos jóvenes, como Jaime Vinuesa y Jaime Poyatos (en su debut tenístico), finalizaron segundo y tercero con la tercera generación de la Babolat Pure Drive y con la Dunlop Tournament Pro de 1998, respectivamente. Verdeguer (Fischer) y Vinuesa sénior (Babolat) completaron el top cinco.
En el homenaje al veterano tenista local José Vega, campeón de este torneo en 1993 y 1994, intervinieron Molina y Nogales. Molina por ser rival de Vega en Robledo hacía más de cuatro décadas, y Nogales por haber disputado a Vega la final de Canopus en 1994. Ambos protagonizaron un saque de honor en tributo a José, quien se situó entre ambos. Para este saque, la organización facilitó una Dunlop Max 200G de McEnroe y Graf de los años 80, la serie especial de esta de la segunda década del siglo XXI y la recién presentada (en el Open USA) edición limitada CX200.
Los tres jugadores fueron galardonados por la organización y el Ayuntamiento de Robledo de Chavela.
Como de costumbre, en la espléndida ceremonia de premios, se rindió tributo al desaparecido compañero de organización Paco Fernández Jubera, en la undécima edición de su memorial.
El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Robledo Rubén Herranz acudió a las semifinales del torneo; mientras que la entrega de premios estuvo presidida por el edil de Festejos y segundo teniente de alcalde Alejandro Velayos, quien estuvo acompañado por el presidente de Canopus Javier Rodríguez.
Una vez más, la organización del torneo llamó la atención por la calidad del acontecimiento, que se realiza en favor de las campañas de la Asociación Madrileña de Ayuda a la Infancia, Amaif (desde 2007) y del instituto España se Mueve (desde 2014).
Entre los servicios ofrecidos a los participantes se hallaban: seguro de accidentes y responsabilidad civil, piscina, vestuarios, Dunlop Fort como pelota oficial, Coca-Cola como avituallamiento, plátanos canarios, agua termal de refresco en pista y botiquín. En la entrega de premios, todos los participantes recibieron una docena de regalos, entre ellos, algunos propios de grandes torneos internacionales. En el Torneo Sierra Oeste, Premio Robledo de Chavela, Estrella Canopus, Memorial Paco
Fernández Jubera, han tomado parte, a lo largo de la historia, jugadores procedentes de Alemania,
Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Países Bajos, Rumanía, Venezuela, Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, La Rioja, Comunidad Valenciana y de más de una veintena de municipios de la Comunidad de Madrid.