Héctor Ortega: “Es importante poner en valor lo saludable que es consumir productos de cercanía y fomentar el crecimiento de esa alimentación sana”.
Este año usted estuvo en la inauguración junto a la concejala de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Agricultura y Ganadería, Laura Gálvez Patón; y el director general de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Comunidad de Madrid, Ángel de Oteo. ¿Cómo ha sido esta decimotercera edición?
Sinceramente, las sensaciones han sido magníficas en todo el desarrollo de la Feria. Teníamos muchas ganas de poder celebrar este evento agroalimentario en una notable normalidad y, por supuesto, realizar una programación lo más completa posible, donde se pusiese en valor a cada uno de los productores y lo más importante: dar a conocer nuestra rica y maravillosa Sierra Oeste. En total, la 13ª edición de la Feria Huerta y Vino de Villa del Prado ha contado con 16 expositores junto a la zona de venta de verduras y hortalizas de Villa del Prado, así como el espacio habilitado para las actividades infantiles y familiares, y el punto de información turística. No disponemos de un dato exacto en cuanto al número de visitantes que hayan acudido a la Feria, pero tenemos claro que han sido muchísimas personas dado que los productores han vendido muy bien sus productos, en la zona de verdura se han vendido completamente todos los productos que había, las catas y actividades han estado prácticamente llenas, y hemos podido notar una excelente participación en cada una de las cosas que había organizadas.
¿Qué supone para Villa del Prado y para la comarca en general la producción hortofrutícola?
Para Villa del Prado y todo el conjunto de sus vecinos, supone todo un motivo de orgullo, una seña de identidad, algo que dar a conocer en cada ocasión y oportunidad posible. Verdaderamente, creo y pienso que para la comarca, en líneas generales, supone una gran manera de publicitarse, de mostrar la importancia que tiene el sector primario y de lo que eso ha significado para forjar la vida de un municipio como Villa del Prado. Es decir, “la huerta de Madrid” como se nos conoce ya no solo a nivel regional sino nacional, es algo que llamaba la atención de cualquier persona que desee conocer la Sierra Oeste y todos los productos que poseemos.
Ahora está de moda la alimentación sana. ¿Cómo lo va a aprovechar la huerta de Villa del Prado?
La agricultura, como cualquier oficio y más en los tiempos que vivimos, va modernizándose y adaptándose a esas modas que están surgiendo y cada vez con mayor repercusión. Y, por supuesto, la huerta de Villa del Prado lo está haciendo a lo que nos referimos con la alimentación sana. De hecho, hemos podido ver, dentro de la programación on-line que ha formado parte de la 13ª edición de la Feria, una tertulia titulada “I+D en la Huerta de Villa del Prado”, donde se han puesto de manifiesto muchos de los retos, avances y cambios constantes que se están produciendo en el sector agroalimentario. Y, por ello, los agricultores pradeños son conscientes de lo importante que es la calidad del producto, las demandas que tienen los consumidores y otra serie de cuestiones para poner en valor lo saludable que es consumir productos de cercanía, fomentando el crecimiento de esa alimentación sana.
¿Qué novedades técnicas se realizan actualmente en sus invernaderos?
Más que hablar de novedades técnicas, yo mencionaría realmente los ensayos que año tras año se realizan en las explotaciones agrícolas de los agricultores pradeños. A partir de ese trabajo entre los agricultores y el propio IMIDRA con esa serie de ensayos; probando nuevas maneras de polinizar, de acabar y luchar contra las plagas de la forma más óptima posible, de experimentar y ensayar en nuevas formas de cultivar ciertos productos, se está consiguiendo que el sector agrario en Villa del Prado siga creciendo, innovando y, a partir de ahí, prosperando para seguir siendo el motor de la localidad.
El enoturismo ha sido uno de los puntos principales de esta edición.
Sí, creemos que es un punto clave para atraer visitantes a Villa del Prado y a cada edición de la Feria y, por supuesto, que puedan conocerse los excelentes vinos que poseen las bodegas. Hablábamos antes de la moda de la alimentación sana, pero lo cierto es que el enoturismo es una moda que cada vez tiene más auge y, por ello, hay que fomentarlo, enseñarle al turista o visitante que viene a nuestro municipio cómo es el lugar donde se ha preparado ese vino, qué tipo de uva ha sido utilizada y, en líneas generales, que pueda disfrutar de una experiencia única.
Otra novedad ha sido el apartado cultural.
Así es. Empezamos en la edición que se celebró completamente on-line a darle la importancia que merecía el apartado cultural, y, desde entonces, hemos querido que durante cada edición tenga su espacio. Al final, aunque sea una Feria que busque promocionar y dar a conocer los productos locales del municipio y de otros de la región, también hay que darles otros motivos a las personas que vienen a la Feria para que decidan volver lo más pronto posible. Y eso se consigue con la suma de mostrar el rico patrimonio cultural que tiene una localidad como Villa del Prado.
También se ha intentado atraer al público infantil y familiar.
Sí, creemos que la Feria Huerta y Vino de Villa del Prado no solo debe de hablar de presente, sino centrar sus esfuerzos en el futuro. Por lo tanto, año tras año estamos organizando muchas actividades para el público infantil y familiar, logrando que las generaciones venideras y las familias conozcan muy cerca cada uno de los productos que se venden durante el desarrollo de la Feria, que sepan el entorno natural que rodea al municipio y, por supuesto, que fomentemos en ellos la importancia que merece el sector primario y los oficios que lo componen. Este año, por ejemplo, una de las novedades de la Feria se produjo el domingo. Mi compañera Laura tuvo la brillante idea de poner en marcha una actividad infantil llamada llamada Mi Primera Cata de Productos de la Huerta, donde las misses de la vendimia presentaron una cata de productos de Villa del Prado. En este caso, una cata de varios tipos de tomate y pepino a niños de edades entre 6 y 12 años. Fue un verdadero éxito.