
“Recuerda a las fotografías coloreadas que antiguamente tenían nuestras abuelas por casa” afirma el autor.
Los villamanteños comienzan a descontar los días para la Procesión histórica que recorrerá sus calles el próximo 23 de este mes. El inicio de estas vísperas tuvo lugar el pasado 19 de agosto con la Presentación Oficial del Cartel de la Magna Procesión Jubilar y Jubileo de las Hermandades en la Parroquia de Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir.
Hasta allí se desplazaron no solo los propios vecinos de la localidad sino Hermandades de distintos puntos de la geografía madrileña y que el día 23 procesionarán con sus Imágenes.
El acto fue convocado por la organización del Año Jubilar, quien destacó el buen hacer y experiencia del autor del cartel. Sus trabajos cofrades en distintas hermandades de la geografía andaluza y también madrileña.
Alcántara señaló que el cartel “es un regalo que le devuelvo a Villamanta por permitirme participar de este Año Jubilar con el diseño del diploma de la Indulgencia Plenaria.” Analizó la obra destacando el protagonismo de San Blas que se presenta revestido con la capa pluvial. “El fondo se compone de todas las Imágenes que participarán en la Magna Procesión, un total de 16 que se componen recordando las antiguas fotografías coloreadas que tenían nuestras abuelas por casa”. La obra tiene un marcado carácter “vintage” que rememora la cartelería de los años 60 de nuestro país.
Tras el acto los organizadores explicaron algunos detalles de la Magna Procesión Jubilar y las Imágenes que participarán de la misma.
Un mes de vísperas
La Magna Procesión Jubilar se celebrará el próximo sábado 23 de septiembre. Comenzará a las 17 h. con el traslado de las Sagradas Imágenes desde la Parroquia de Santa Catalina de Alejandría, virgen y mártir hasta el Paseo de la Ermita donde se celebrará la Solemne Eucaristía. Tras esta comenzará la Magna Procesión Jubilar recorriendo la Ruta Jubilar establecida para ganar la Indulgencia Plenaria.
LA PROCESIÓN DE LAS ERMITAS
Siendo el Rey nuestro Señor
el segundo don Felipe,
su reinado llegó a término
aquí la peste reinando.
Le heredó su sucesor
en la sucesión dinástica,
el cuarto fue de los Austrias
del trono de sus abuelos.
Mas don Felipe tercero
ni supo ni se enteró,
en su alcázar madrileño
de un pueblo en su consunción.
Abrió la peste sus fauces
y en Cenicientos entró,
con tanta ferocidad
como a San Jorge el dragón.
Todo eran tristes lamentos,
rezos y jaculatorias,
mesar barbas y cabellos
e impetrar misericordia.
Cenicientos devastado,
conquistado por la Parca,
se convirtió en lazareto
e islote seco sin agua.
Un cinturón sanitario
a su término se impuso,
“Os ampare Dios coruchos
que a su amparo sois dejados”.
Solo el pueblo de Almorox
les socorrió solidario,
y amparó con sus socorros
cuando son más necesarios.
A las afueras del pueblo
bastimentos les dejaron,
dinero y volatería
y huevos a necesitados.
Los coruchos macilentos,
los coruchos apestados,
al toque de las campanas
a rezar se encaminaron.
Formaron la procesión
en la puerta de la iglesia,
y fúnebres se encaminan
a las ermitas citados.
Van a la ermita del Roble,
después a San Sebastián
y al santo asaeteado
ante sus plantas orar.
Van a la de los Remedios,
la suplican remediar
y poner fin a sus males
y a sus lloros el final.
A continuación visitan
a San Antón en su ermita,
y el protector de animales
sus dolores les mitiga.
La ermita de las Angustias
y Sangre de Jesucristo,
les ve llegar y contempla
su lento peregrinar.
Periclitado el periplo
de los santos ermitaños,
van a la iglesia en retorno
y auxilió el Crucificado.
Fue año en gracia del Señor
de un mil quinientos más nueve,
año en que el siglo finaba
finó en coruchos la peste.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho