
Hace muchas, demasiadas muertes, que Gaza ha dejado de ser solo un problema político.
Desde el momento en que los objetivos empezaron a ser hospitales, personas enfermas y personal sanitario, hasta convertirse en provocar la desnutrición extrema de una población civil indefensa, llegando a reproducir las imágenes de un genocidio demasiado parecido al exterminio nazi de la población judía, de infausto recuerdo y tan insólito… porque quienes lo están perpetrando hoy día son aquellos que lo sufrieron entonces y a los que la comunidad internacional apoyó tanto en su sufrimiento.
Cada vez son más los testimonios de sanitarios que han estado trabajando directamente en la atención sanitaria en la franja de Gaza, tanto a nivel internacional como nacional. Tenemos, por ejemplo, los testimonios de la Dra. estadounidense Tanya Haj-Hassan en la ONU, explicando su experiencia tras 14 meses trabajando en Gaza, contando a lágrima viva y calificando como genocidio lo que allí vivió… Testimonio que podemos ver en el siguiente enlace de Instagram (https://www.instagram.com/reel/v/?igsh=b25pcjJqM3J0M2o0).
O lo narrado en primera persona por el médico de emergencias español Raúl Incertis, tras su estancia en Gaza en un programa de TV en España, sobre la situación en la que encontró a sus compañeros que trabajan allí en la primera línea de asistencia, y contando la cantidad de heridos que recibían cada día en el hospital Nasser, uno de los escasos que aún sigue en pie, tras los tiroteos a civiles en los puntos de recogida de alimentos, en teoría protegidos por los ejércitos de Estados Unidos e Israel.
Las reacciones en defensa de Gaza no han dejado de producirse a nivel internacional; y, para ser justos, también a nivel nacional dentro del mundo sanitario.
Ya el 16 de junio, el grupo de trabajo Inequidades en Salud de la Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria (semFYC) y PACAP Andalucía, organizaba una propuesta de lectura compartida: “La Salud como Campo de Batalla”, con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sanitaria sobre esta situación.
Con esa misma intención de mostrar solidaridad con los médicos y sanitarios de Gaza, se celebró una asamblea en el distrito madrileño de Ciudad Lineal, el 26 de junio, con la participación de la Dra. palestina Selma Abubakra, del movimiento Health Workers 4 Palestine, que habló sobre la situación sanitaria en su país.
Fue tras esta asamblea cuando se decidió realizar cada viernes, a la puerta de los centros de salud, una concentración en defensa del pueblo palestino y de sus sanitarios y en contra del genocidio. Estas concentraciones, que comenzaron siendo escasas y minoritarias, cada viernes van cobrando más fuerza y siendo más numerosas y concurridas, como demuestran los documentos gráficos que adjuntamos en este artículo.
No solo cada día la ola es más grande, sino que cada vez más gente, más comercios, más colectivos y más sanitarios (que es lo que ahora mismo nos compete), están concienciándose de que el silencio ya no es una opción.
El 9 de agosto, en el Monumento de Alfonso XII del Parque del Retiro se convocó una cacerolada, en protesta por el genocidio en Gaza, y a la vez se produjo una particular manifestación acuática en la que un nutrido grupo de personas, entre ellas numerosos sanitarios, se manifestaron en las barcas del estanque del Retiro con las banderas palestinas.
Cada vez en más lugares se ve el cartel que se ha convertido en emblema de la condena de este genocidio: la sandía sobre fondo azul, con la leyenda que varía según el lugar: “Este perfil, persona, comercio, etc. condena el genocidio en Gaza”.
Ayer mismo, 21 de agosto, hubo una concentración de sanitarios a las puertas del hospital universitario La Paz con el lema “Stop Bombing Health Centres Gaza”.
No podemos consentir que, ante nuestros ojos, se repitan imágenes del pasado que todos nos prometimos no repetir, de las que toda la humanidad quedó horrorizada y arrepentida, máxime cuando es el mismo pueblo que las sufrió injustamente el que ahora, y bajo excusas que nunca pueden justificar la barbarie, se está dedicando a convertir de nuevo en realidad, sin que dejemos constancia de nuestra condena…
¡BASTA YA DE ACTOS INHUMANOS EN NOMBRE DE CUALQUIERA QUE SEA LA RAZÓN!
María Isabel de Barrio Tejada, médico rural y de Urgencias extrahospitalarias.