El próximo día 13 julio agentes de la Policía Nacional mostrarán en un simulacro en El Escorial la respuesta inmediata ante un ataque terrorista. Especialistas de los TEDAX-NRBQ, Policía Científica, Guías Caninos, Subsuelo, Medios Aéreos, UIP, Sala del 091 y Radiopatrullas participarán en la reacción tras la supuesta explosión de un artefacto, así como en la desactivación de otro explosivo localizado en una mochila abandonada.

Esta actividad se encuadra en el curso de verano “Libertad y Seguridad frente a las nuevas amenazas”, organizado por la Policía Nacional y la Universidad Complutense de Madrid. El simulacro, que estará abierto al público, se desarrollará el miércoles 13 de julio, a partir de las 19:00 horas en EL PARQUE (Antigua Bolera).

Las prácticas  sobre SIMULACROS  van dirigidas a familiarizarnos con el fenómeno del que es objeto (situaciones de alarma, riesgo, catástrofe natural, o aquellas originada por la intervención del ser humano), también de dar a conocer quiénes son los intervinientes que están obligados dar solución al problema que se plantea, cuáles son sus funciones y competencias, cómo se coordinan los agentes, entidades  y unidades participantes. Además de contar con un elemento fundamental que es a quién van dirigido en última instancia esta actividad que es la sociedad, las personas o colectivos que puedan resultar o desarrollarse en víctimas o afectados, que se complementan con actores voluntarios.

Conocer estas cuestiones no solo nos facilita acercarnos al trabajo que desempeñan nuestros cuerpos policiales, bomberos, SAMUR, UME, hospitales, Instituciones oficiales y todas aquellas entidades que participan, además nos invita a implicarnos con la situación y nos orienta cómo debemos comportarnos para que sea más eficaces en la coordinación, todo ello sin haber vividor realmente la situación traumática.

Cada vez más nos estamos acostumbrando a realizar simulacros de incendios, inundaciones, terremotos, incluso de amenazas de bomba en centros educativos, en puestos de trabajo y otros lugares con grandes concentraciones de multitudes, con el objetivo de mecanizar nuestra actuación de respuesta y aprender a manejar nuestra autoprotección.

En definitiva son prácticas didácticas que nos proporciona experiencias que vamos asimilando y que nos ayuda a minimizar las incertidumbres que se nos puede plantear sobre qué es lo que  nos va a pasar y cómo tenemos que gestionarnos en el supuesto caso de que se llegue a dar en nuestra vida real, y sobre todo reducir los efectos traumáticos que pudieran sucederse.