
- Los estadios del ciclo de la viña se han visto adelantados por un año climatológicamente atípico.
La primera en ser vendimiada es la variedad albillo real, de la que se espera una cantidad inferior por la incidencia del agua en el cuajado de las bayas.
La garnacha tinta sigue madurando y la previsión es que se vendimie en la segunda mitad de agosto, adelantándose a las fechas habituales.
San Martín de Valdeiglesias (Madrid), 31 de julio de 2023.- Las Moradas de San Martín ha comenzado la vendimia 2023 con el albillo real, y lo hace en julio por primera vez en su historia, con un adelanto de unas tres semanas respecto a la media. Y es que, en general, se ha vivido un año cálido y seco, que ha afectado a todos los estadios del ciclo de la viña. Una vendimia que se realiza de forma manual y de madrugada, y que espera ser finalizada en una semana aproximadamente. Además, este 2023 prevé una buena cantidad, aunque algo inferior a la del año pasado, y con una excelente calidad.
La vendimia 2023 comienza de forma muy prematura en Las Moradas en San Martín con el albillo real, variedad autóctona de Madrid, llamada a su cultivo “tempranales” por ser la más temprana en alcanzar su maduración. Y es que la atípica climatología vivida desde el otoño de 2022, cálido y seco, hasta el verano de 2023 ha provocado un adelanto generalizado de todo el ciclo de la uva. “En febrero comenzaron a subir las temperaturas, dejando unos meses de marzo, abril y mayo extremadamente calurosos y sin lluvias. Esta anomalía de final de invierno, sumada a una primavera también seca y cálida, adelantó la floración casi tres semanas”, explica Isabel Galindo, enóloga y directora técnica de Las Moradas. Después, llegó un mes de junio de tormentas diarias, que aportaron agua suficiente para terminar el ciclo de maduración del albillo real. “De modo que nos encontramos vendimiando en julio por primera vez en nuestra historia”, apunta.
Así, con el albillo real se da comienzo a la primera vendimia de esta bodega madrileña, una vendimia que se realiza netamente manual y en cajas pequeñas por personal especializado del Departamento de Viticultura, comenzando con la salida del sol, para respeto y calidad de la uva, y realizando una cuidadosa selección de racimos en el campo y posteriormente en mesa antes de entrar a la bodega. “Todo nuestro albillo se trabaja al 100% mediante una viticultura ecológica, con todos los procesos manuales y artesanales que nos confieren autenticidad y calidad con bajas producciones y con un estado muy sano”, explica Galindo. Y es que Las Moradas de San Martín trabaja desde 1999 en la recuperación de esta variedad autóctona y casi perdida, cultivada en parcelas de altura y terruños muy especiales, trabajados en formación de vaso y secano, que le confieren al vino unas peculiaridades únicas. “Trabajando actualmente 6,3 hectáreas, esperamos un rendimiento de unos 18.000 kg, una media aproximada de 2.860 kg/hectárea”, indica la enóloga.
EL ALBILLO DE CADALSO DE LOS VIDRIOS
El pálido áureo de oro
eclosionando en la viña,
es crisol de la campiña
y en Cadalso es un tesoro.
Crepitar dulce y sonoro,
néctar del fruto amarillo
al que liba el pajarillo,
y una vez llevado a casa
se saborea y se amasa
placer con uva de albillo.