
Con el sudor de mi frente y la sangre de mi corazón, mantenemos vivo, mi padre y yo, el viñedo que mi abuelo nos dejó en legado. Tras sufrir las penurias que dejó la guerra civil, le costó mucho sacarlo adelante. Día tras día, trabajando en la panadería duramente, cuando terminaba su jornada se acercaba con su caballería a trabajar la tierra, apenas sin dormir y con el sufrimiento de aquellos años.
No es ni grande ni pequeño, ni bonito ni feo, ni da mucha ni poca uva, simplemente es nuestro y lo cuidamos con esmero y dedicación, aun sabiendo que no es nuestra fuente de ingresos para vivir.
De manera manual y sin apenas medios mecánicos, semana tras semana, realizamos las labores agrarias del momento y, llegada la floración, dejamos que la tierra siga su curso y nos ofrezca el fruto que estime oportuno. Este año, gracias a las lluvias del mes de mayo, se notaba que la producción sería buena.
Gracias al buen hacer de varias personas de la Asociación de Propietarios de Fincas Rústicas de Cadalso, llevamos varios años vallando el viñedo para que los animales silvestres dañen lo mínimo nuestro trabajo y puedan mantenerse libres fuera de nuestra tierra labrada y cuidada.
Pero por desgracia, una vez más, la falta de cuidado y dejadez del ganadero que pasta con sus animales por la zona ha dejado que sus animales dañen nuestro viñedo. No es un daño para esta cosecha, sino para cosechas futuras, pues las plantas se resienten y muchas llegarán a secarse.
¿Sabes cuánto tarda una cepa en dar uvas?… Muchas veces más de 8 años y el daño, en apenas 2 minutos, es incalculable.
Me siento violado, atracado, pisoteado y engañado. Parece mentira que sea gente de campo y no piensen en los demás y solo se escuden en ofrecer su seguro para pagar el daño realizado. No queremos el importe ínfimo que siempre nos ofrecen sus seguros, el daño realizado no tiene valor material sino sentimental.
Queremos justicia y que no se vuelva a repetir. Cada vez quedan menos tierras cuidadas y labradas como las nuestras, la pasión que les tenemos hace que estos contratiempos no nos hagan abandonar, como ha ocurrido con otros, pero sí que pedimos justicia y castigo para estos actos vandálicos que atacan lo nuestro.
Espero y deseo que, tras mis palabras, se tome conciencia de que cada uno en su casa tiene lo que quiere y puede, la tierra es de quien la trabaja y no podemos permitir que la dejadez e ineptitud de la gente acabe con nuestros sueños.
A veces te das cuenta de que llevar a cabo el significado de un refrán cobra sentido y puede llegar a ser la solución: “Ojo por ojo, diente por diente.”
Roberto García Escudero.
Cadalso de los Vidrios.
EN LA VIÑA EL VIÑADOR
En la viña el viñador,
en claro día de invierno
quiere su viñedo eterno
y hoyas abre con ardor.
Barbado reponedor,
lleva una mano que agarra
barbado que será parra
cuando con el azadón,
abriendo una hoya hará hondón
donde repone una marra.
Es mi finca del Parnaso
tan pequeña y recoleta,
que aquí horas muertas me paso
y a mis árboles repaso
pues son sangre del poeta.